Uno de los factores para este creciente interés ha sido el anuncio del pago de dividendo a partir del 16 de enero con el 11 de enero como el último día para tener derecho a cobrar su importe de 0,15 euros por acción. Este pago ha atraído a muchos inversores, pero habrá que ver si la subida se sustenta en el tiempo.
En cualquier caso, los analistas consideran muy interesante este pago porque refleja la buena marcha del grupo en 2022. Al cierre del tercer trimestre, la inmobiliaria obtuvo un beneficio de 12 millones de euros, más del doble que un año antes. Un crecimiento marcado por el incremento del 67 % de sus resultados de explotación, hasta los 19,6 millones de euros.
Unas cifras que ponen de manifiesto el alto potencial de la empresa con sede en Sevilla y con presencia tanto en Andalucía como en Madrid con un buen número de proyectos atractivos. Según los analistas, su singular modelo de negocio, caracterizado por la construcción propia, los servicios de promoción y alquiler, ayuda a mejorar la diversificación y reducir los riesgos. De este modo, combina la actividad de promoción y patrimonial, con un GAV del 40 % y del 60 %, respectivamente.
Algo que resulta especialmente atractivo en una fase del ciclo inmobiliario como el actual marcado por la desaceleración económica y por los efectos de los altos tipos de interés. De hecho, el euríbor ha superado ya el 3 % y hay quien dice que el indicador al que se referencian la mayoría de las hipotecas variables en España podría alcanzar incluso el 5 %.
Motivos suficientes para justificar el positivo arranque del año. Sin embargo, los expertos técnicos señalan que ahora se enfrenta a una dura resistencia en las inmediaciones de los 7,7 euros por acción y luego a otra sobre los 8,2 euros. Si supera estos niveles se podrá empezar a hablar de una nueva fase alcista hacia cotas previas a la pandemia, su principal objetivo para este año.