La inmobiliaria ha multiplicado por más de dos sus beneficios en el primer semestre desde los 162 millones contabilizados en junio de 2021 hasta los 355 millones de este año. Todo ello acompañado por una sorprendente valoración al alza de los activos, según los expertos de Bankinter, que han impulsado su NAV (valor neto de los activos) en más de un 4 % que permite fijar su precio objetivo en 12,49 euros por acción.
De hecho, los analistas de la firma han reiterado su recomendación de comprar por la elevada calidad de sus activos. Consideran que su elevada rentabilidad por dividendo del orden del 4 % y su sólida estructura financiera ejercen de salvavidas en el actual entorno de elevada inflación.
En cambio, Citigroup ha reiterado su consejo de venta. Pese a mejorar las estimaciones de beneficios de la inmobiliaria tras sus resultados semestrales, temen que una recesión disruptiva y la subida de tipos de interés puedan llevar a la compañía a poner a prueba sus mínimos históricos.
En este sentido, el valor ha caído en estos días por debajo de la referencia de los 6 euros por acción, donde se habría formado un doble suelo muy cerquita de sus mínimos históricos. Eso afianza las posibilidades de rebote, pero en caso de romper esta línea de nuevo a la baja corre claro riesgo de seguir adentrándose en aguas procelosas.