Los analistas y los mercados descuentan ya la subida de 50 puntos básicos en los tipos de interés en Europa y no descartan -ahí estará la discusión el jueves- que la subida sea de 75 puntos básicos.
Por tanto, el cambio de tendencia en el coste del dinero es, pues, algo indiscutido. Otra cuestión es la contundencia con que el BCE impondrá ese ‘dolor’. Porque, con una inflación por encima del 9%, la tercera economía del planeta se enfrenta a claros síntomas de debilidad de su tejido económico y unos precios industriales que solo en el mes de julio han subido el 4% en la zona euro y el 3,7% en el conjunto de la Unión Europea, mientras España los ha mantenido sin variación respecto al mes anterior.
Con todo, para los usuarios del euro los precios de la energía han subido en julio el 9% respecto al mes anterior y el 8,2% en los 27 países de la UE. Con ello, la subida de precios acumulada por la energía en el último medio año es del 22,3%.
Sin embargo, si se compara la evolución de los precios energéticos con los de julio de 2021 ese encarecimiento llega al 97,2% en la eurozona frente a unos precios de los llamados ‘bienes intermedios’ que suben el 21,7% mientras los bienes de consumo no duraderos se encarecen el 14,8% en un año y los bienes de consumo duraderos el 10,3%. Los bienes de inversión aumentan su precio el 8,1% de julio a julio.
La guerra económica con la que el presidente ruso Vladimir Putin ha respondido al apoyo de la Unión Europea a Ucrania no ha hecho sino profundizar la carrera inflacionaria de la energía que ha visto dispararse sus precios especialmente tras los cortes de suministro de gas natural y la inestabilidad que producen en los mercados anuncios como la próxima limitación al precio del crudo ruso.
Para ver el efecto de esa política rusa basta con observar el dato de los precios industriales excluidos el de la energía. Si se excluye la energía, la inflación de los bienes industriales (37,9% en conjunto) registra una subida interanual en julio de ’solo’ el 15,7%. Dicho de otro modo, la energía aporta 222 puntos básicos a la subida de los precios industriales de los países que forman la Zona Euro.
Las mayores subidas de precios del mes de julio se han registrado en Irlanda (+26,1%), Hungría (+9,4%) y Bulgaria (+8,0%); mientras que las mayores bajadas de precios se observan en Portugal (-1,5%), Suecia (-1,2%) y Luxemburgo (-0,9%).
España, ha mantenido congelados sus precios industriales durante el primer mes de la temporada estival aunque, en junio, ya habían subido el 1,8%. En términos interanuales (+37,9% en la zona euro y +37,8% en la UE-27), España refleja un encarecimiento de sus productos del 40,4% durante el mes de julio, la más baja de todo el año y 270 puntos básicos inferior a la tasa interanual de junio.
El comercio, en problemas
Como ya habían anticipado las estadísticas del Banco de España, el comercio minorista no atraviesa, precisamente, sus mejores momentos. Los datos de Eurostat correspondientes al pasado es de julio muestran que las ventas minoristas apenas crecen el 0,3% tanto en la Eurozona como en la UE-27.
De los diferentes apartados de la cesta de la compra europea, solo las ventas por internet y por correo muestran un cierto vigor en julio (+4%), frente a los productos de alimentación y bebidas que lo hacen en tasas del 0,1% y los productos no alimentarios (excluidos carburantes) que bajan el 0,4%.
De hecho, las mayores subidas mensuales del volumen de ventas se registran en Alemania (+1,9%), Países Bajos (+1,7%), Luxemburgo y Polonia (+1,5% cada uno). Mientras que las principales caídas de ventas se producen en Austria (-1,8%), Finlandiae (-1,7%) y España (-1%).
En tasas interanuales, y una vez corregidos los efectos estacionales, el índice de ventas al retail cae el 0,9% en la zona euro (-0,5% en el conjunto de la UE). El índice solo refleja dos actividades con crecimientos en su volumen de ventas: las ventas en gasolineras, que suben el 0,6% en la eurozona (el 1,3% en la UE9 y la venta online que lo hace al 1,8% (+2,1% en la UE).
En España, las ventas de julio de 2021 a julio de este año, acumulan un descenso del 1,3%. Mientras que en otras grandes economías la evolución es dispar: -2,7% en Alemania, +1,9 en Francia, o el 7,7% que han en Dinamarca. Llama la atención que Eurostat no publique las cifras de Italia, Grecia y República Checa correspondientes a julio (en el caso de Italia lo son desde mayo) por considerarlas “confidenciales”; aunque llama la atención al evolución de Eslovaquia, donde las cuentas minoristas han crecido el 25% en términos interanuales hasta julio, mientras Polonia lo hace al 7,6%; Portugal, el 3,1% o Irlanda, cuyas ventas caen el 5,6%.