Las operaciones de energía renovable requieren grandes cantidades de agua, mientras que esta es necesaria incluso para la producción de combustibles fósiles. El calentamiento de los ríos Ródano y Garona obligó a paralizar dos centrales nucleares en Francia hace poco más de un mes. Esto significa que el calentamiento va a reducir la producción de energía nuclear en verano en próximos años.
Y no sólo eso. “La caída de los niveles del agua también ha obstaculizado las operaciones energéticas tradicionales, como la producción de carbón, según varias empresas energéticas europeas”, asegura el periódico especializado OilPrice.
Este diario alerta que la sequía está poniendo en entredicho las grandes centrales hidroeléctricas. La publicación especializada Water ha elaborado un estudio, según el cual para el año 2050, el 61% de todas las centrales hidroeléctricas estarán situadas en zonas de riesgo algo o extremo de sequías.
El director ejecutivo de la empresa italiana de infraestructura energética Snam, Stefano Venir, ha advertido que “hemos descubierto que sin agua suficiente, no podemos producir la energía que necesitamos, o no podemos enviar los combustibles para llenar las centrales”.
Caída a plomo en España
En España, la producción hidráulica de energía eléctrica cayó casi el 45% en el mes de agosto hasta situarse en el nivel más bajo desde 1992. Los ciclos combinados se han situado como los mayores generadores de electricidad, con el 33% del total, por la sequía. Este modelo de generación utiliza el gas como fuente y es el proceso más caro.
“En agosto, Noruega amenazó con limitar sus exportaciones de energía debido a los bajos niveles de los embalses. El país, que depende de la energía hidroeléctrica para alrededor del 90% de su producción de electricidad, incrementó las regulaciones sobre la producción de energía para evitar que los niveles de los embalses hidroeléctricos se queden sin agua”, asegura OilPrice.
Se estima que hacia el año 2043, la sequía se convertirá en un fenómeno endémico. Esto es lo que ha llevado al desarrollo de empresas de generación de agua potable a partir del agua del mar, como el caso de la startup Manhat, con sede en los Emiratos Árabes Unidos. “Lanzada en 2019, Manhat utiliza su tecnología patentada de destilación de agua natural para acelerar y capturar la evaporación del agua del océano en la superficie.
Luego, el agua podría usarse para varios propósitos, incluido el proyecto piloto de Manhat: granjas flotantes, que usan el agua dulce recolectada para regar y cultivar directamente en la fuente”, indica Impakter.