La mejora en su capacidad de generar recursos reflejada por su Ebitda al cierre del primer semestre -con un aumento del 176,5 %, hasta cerca de 50 millones de euros- no encubre la delicada situación financiera del grupo marcada por su elevado endeudamiento que le ha obligado a realizar una reciente ampliación para capitalizar deuda.
En medio de este maremágnum, el grupo de medios ha logrado rebajar sus pérdidas en el primer semestre a 14 millones de euros respecto a los 56,2 millones de pérdidas en igual período del pasado ejercicio.
Pero eso no está siendo suficiente para recuperar la confianza de los pequeños inversores, como tampoco lo ha conseguido la decisión de Joseph Oughourlian, presidente y principal accionista de recuperar su posición en la compañía. Tras la ampliación de capital, adquirió 7,52 millones de acciones el pasado mes de agosto por un importe total de 3,3 millones de euros con el finde situar su participación de nuevo en el 29,8 % a través de Amber Capital. Pese a ello, Amber Capital, con un 29,9% del capital, acumula unas pérdidas de casi dos tercios del dinero invertido, ya que compró a casi dos euros por título.
Tampoco ha logrado animar la cotización su reciente alianza con varios medios latinoamericanos a través de la plataforma +MAS Audiences, una iniciativa estratégica con la que pretende impulsar sus ingresos en Estados Unidos conectando a los anunciantes con el mercado latino norteamericano.
Precisamente, señalan algunos operadores las recientes caídas podrían estar asociadas al temor a una recaída de la publicidad en los próximos meses por las difíciles condiciones económicas globales.
Las acciones de Prisa, de hecho, han tocado en estos días mínimos anuales en poco más de 0,43 euros, dejando sin suelo firme al valor hasta las inmediaciones de sus mínimos históricos. Un perfil técnico preocupante que, según los expertos, aconseja mantenerse alejado a los inversores más conservadores.