Sánchez se ha traído de la entrevista que ha mantenido este martes pasado en Meseberg (Alemania), con el canciller alemán Olaf Scholf, apoyos para afrontar la crisis energética. El primero, la apuesta incondicional de Alemania para concluir -con el respaldo muy dubitativo y matizado de Francia- el gasoducto Midcat que unirá el norte de España con el país galo y Europa. Y el segundo, una rebaja del IVA del 21% al 5%, algo que Alemania también ha acordado.
En el caso alemán, el IVA pasará a ser del 7% en vez del 19% a partir del 1 de octubre y, en principio, se mantendrá hasta marzo de 2023. El Gobierno español baraja ampliar también el recorte del IVA hasta la primavera próxima si las condiciones del mercado lo exigen.
El PP ha aplaudido que el Ejecutivo haya aceptado la petición del principal partido de la oposición pero pide otras medidas como, por ejemplo, potenciar el uso de la energía nuclear y de las centrales térmicas, algo a lo que el Gobierno se opone frontalmente.
El debate de Sánchez y Feijóo
El debate que Sánchez y Feijoó mantendrán el próximo 6 de septiembre en el Senado estará centrado en las medidas que el Gobierno está realizando en materia energética para afrontar los elevados precios de la energía y el descontrol de la inflación. El líder de los populares tratará de acorralar al jefe del Ejecutivo ante la crisis por la que el país atraviesa y la incertidumbre económica de los próximos meses.
Por su parte, Sánchez afrontará el cara a cara atacando a su opositor como el político que se dedica simplemente a destruir lo que hace el Gobierno pero sin presentar una reforma energética creíble ante Bruselas. El argumento de los impuestos es una vía que Feijóo no podrá explotar en exceso porque ya se está aplicando.
Además, el jefe del Ejecutivo se siente más fortalecido tras su encuentro con el canciller alemán Olaf Scholf. Sánchez ha salvado, de momento, el problema que tenía con el presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el gasoducto Midcat, que ha anunciado estar dispuesto a que el proyecto se lleve a cabo.
Por otro lado, el anuncio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de reformar el mercado eléctrico para hacer frente al gas ruso, abre una nueva puerta a Sánchez para que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, defienda la postura española en la cumbre de ministros de Energía que se celebrará el próximo día 10.
Definitivamente, Bruselas está dispuesta a fijar un techo al precio del gas e incluso se habla de la posibilidad de sacar al gas del resto de las energías que marcan el precio de la electricidad. Precisamente, es una de las medidas que el Gobierno español viene demandando desde hace meses.
La presión de las industrias
El Gobierno se había resistido hasta ahora a bajar el IVA en el gas pero, la presión de las grandes industrias y lo que estaban haciendo otros países como Alemania, a Sánchez no le ha quedado más remedio que hacer lo mismo que con la luz. En un primer momento, acordó rebajar el IVA de la electricidad del 21% al 10% y después al 5%. Además, se redujo el impuesto especial sobre la luz del 5% al 0,5% y se suspendió el impuesto del 7% a la generación eléctrica.
Según Facua- Consumidores en Acción, la rebaja en el IVA del gas natural supondrá un ahorro en la factura de entre 5 y 9 euros al mes. Para un usuario con un consumo mensual de 400 kilovatios/hora que paga 35,92 euros, pasará a abonar unos 31,17 euros. Por su parte, un usuario de consumo que tenga un consumo de 800 KWh/mes, con consumo de agua caliente, cocina y calefacción con gas natural, la factura pasaría de 67,76 euros a 58,80 euros.
De momento, en lo que el Gobierno se muestra inflexible es en aumentar el descuento de 20 céntimos que aprobó para los combustibles. La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha anunciado que el Ejecutivo no tiene previsto incrementarlo tal y como ha hecho Francia, que lo ha aumentado hasta los 30 céntimos por litro.