Los bancos ase­sores se re­signan a un final de 2022 en mí­nimos de ac­ti­vidad

La recesión y la creciente cautela de los gestores secan el mercado de salidas a bolsa

La es­pe­rada OPV de Porsche, única es­pe­ranza de reac­ti­va­ción con los in­ver­sores a la de­fen­siva

Credit Suisse
Credit Suisse

Resignación y aba­ti­miento. Estos son los dos sen­ti­mientos ma­yo­ri­ta­rios en los cuar­teles ge­ne­rales de los bancos de in­ver­sión que en­caran el co­mienzo del úl­timo tercio del año con las manos va­cías en lo que se re­fiere a las sa­lidas a bolsa. Salvo gran sor­presa, no habrá prác­ti­ca­mente nada que rascar en lo que queda de un 2023 que sólo deja una oferta. Fue la de Opdenergy en ju­lio, con una va­lo­ra­ción de algo más de 500 mi­llones de eu­ros.

Un saldo sencillamente dramático para un mercado en el que compite la flor y nata de los ‘investment banking’ mundiales. El grueso va a acabar con el casillero de ingresos por salidas a bolsa en España a cero. Los brotes verdes de 2021, cuando debutaron Acciona Energía, Línea Directa -a través de un ‘listing’, sin venta de acciones- y Ecoener, han terminado por secarse en un año en el que todos los factores han jugado en contra.

La reanudación del curso bursátil tras un verano calentito en los mercados viene cargada de dudas. Con Estados Unidos ya en la situación de recesión técnica que está llamando a las puertas de la zona euro, los analistas y gestores se están poniendo a la defensiva en los últimos días. La reunión de Jackson Hole y el mensaje duro de los bancos centrales han tenido un efecto devastador. El sentimiento de mercado es ahora muy negativo.

Posición del Credit Suisse

Especialmente relevante es la nueva posición de un jugador tan influyente como Credit Suisse, que recomienda infraponderar las bolsas globales. Por el mismo camino, Deutsche Bank ha rebajado a neutral su recomendación sobre renta variable europea, sobre la cual otro gigante como Bank of America es muy escéptica desde hace semanas. En definitiva, hay una sobredosis de cautela que, salvo sorpresa mayúscula, adelanta un otoño de dudas y frenazos en los mercados de acciones.

Con estas cartas sobre la mesa, plantear ahora una salida a bolsa resulta poco menos que una utopía. “Es una lástima porque estamos ante otra oportunidad perdida. El otoño es tradicionalmente una gran ventana de liquidez para este tipo de operaciones, pero la realidad es que los gestores están muy reacios y exigen valoraciones muy bajas que echan para atrás a las empresas. Todo hace indicar que habrá que esperar oportunidades ya en 2023”, señalan fuentes del sector.

No obstante, una operación se ve el horizonte inmediato como posible tabla de salvación. Se trata de la OPV de Porsche, que parece dispuesta a desafiar a los mercados con una valoración entre 60.000 y 85.000 millones de euros. Una operación que podría ejecutarse en las próximas semanas si las condiciones en los mercados lo permiten, porque el sector automovilístico está siendo castigado en bolsa por el temor a la recesión.

“En cualquier caso, estamos hablando de una marca potentísima como Porsche, ligada al lujo. Es un sector que suele comportarse bien en tiempos de crisis. En España no hay empresas de gran renombre entre las que quieren salir a bolsa, capaces de atraer grandes inversores. Quizá la salida a bolsa de la filial de renovables de Repsol lo habría conseguido, pero en junio se optó por una venta parcial a un tercero”, señalan en un banco de inversión nacional.

Por ahora, manda el pesimismo en el mercado español. Las empresas interesadas en dar el salto al parquet no quieren aceptar las bajas valoraciones actuales. Si la recesión es corta y la inflación remite, puede haber una nueva oportunidad en el primer trimestre de 2023. De momento toca esperar momentos más propicios y resignarse a un año prácticamente en blanco que no estaba en las previsiones de la banca de inversión.

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