Esta subida en bloque se ha producido pendiente tanto del plan de ahorro y gestión energética en climatización para reducir el consumo en el contexto de la guerra en Ucrania, recientemente aprobado por el Gobierno como por las dos próximas subastas de energía renovable que se realizarán antes de acabar el año.
El escenario energético se ha visto agitado, además, por la imparable escalada del precio del gas y la gran inestabilidad del petróleo. En este caso, la cotización del barril de Brent ha sufrido oscilaciones de más del 10 % durante el mes de agosto entre el temor a una caída de la demanda, marcada por la debilidad de la economía china, y las recientes las amenazas de Arabia Saudí de un posible recorte de la producción por parte de la OPEP+ después de haber anunciado un aumento a partir de septiembre.
En este ambiente, Repsol ha sido el gran triunfador del selectivo en el Ibex 35 en este mes. Las acciones del grupo energético registran una revalorización superior al 10 % en agosto, aprovechando por un lado la subida del precio del crudo hasta los 100 dólares por barril y animadas, por otro lado, por la intensa actividad marcada por el acuerdo con la australiana Santos para explotar un yacimiento de petróleo en Alaska.
Todo ello le ha permitido reducir las preocupaciones por una la aceptación a trámite de una demanda en Perú contra el grupo y otras compañías por un vertido de crudo el pasado mes de enero.
Estas subidas en el mes de agosto, no solo permiten a Repsol elevar su revalorización al 35 % en el conjunto del año, sino que además sirven para recuperar la tendencia alcista rota en mayo ante la inestabilidad en el sector provocada por la guerra en Ucrania. El valor, apuntan los expertos técnicos, vuelve apuntar de este modo hacia los máximos en cerca de 16 euros registrados a principios de junio.