La tasa in­ter­fiere en un mo­mento clave para de­finir el fu­turo del sector

El momento del anuncio del impuesto hace un daño irreparable a la banca en bolsa

Los ana­listas están en plan re­vi­sión a la baja de va­lo­ra­ciones tras los re­sul­tados

Bancos en Bolsa.
Bancos en Bolsa.

Nunca es un buen mo­mento re­cibir un jarro de agua fría. Pero el ele­gido por el Gobierno para poner negro sobre blanco las con­di­ciones del im­puesto sobre la banca con el que prevé re­caudar 1.500 mi­llones de euros en cada uno de los ejer­ci­cios 2023 y 2024 no ha po­dido ser más inopor­tuno. El mismo día de la pre­sen­ta­ción de los re­sul­tados de Santander y Sabadell y en la vís­pera de los de BBVA y CaixaBank.

"Que la tasa metía miedo ya se sabía. Cuando se anunció su futura creación el 12 de junio, el valor de mercado de los bancos se desplomó en más de 5.000 millones de euros. Sabiendo como fue la primera reacción, parece mentira que se eligiera el día en que rendía cuentas el segundo mayor banco de Europa por capitalización bursátil para exponer los detalles. No ha habido sensibilidad ninguna", señalan en fuentes del sector.

Efectivamente, habrá daños colaterales. En estos momentos, las grandes firmas de análisis están rehaciendo casi completamente sus previsiones de beneficios para el sector. Y más de una pondrá en solfa también el mantenimiento de la política de dividendos anunciada por alguna entidad. El problema es que habrá recortes de precios objetivos y quizá de recomendación, y eso compromete a toda la banca española en bolsa.

"El sector está en completa revisión", aseguran desde una de las mayores gestoras nacionales. Y también lo está el 'modus operandi' de los grandes fondos y de los inversores particulares. Hasta ahora, los primeros habían aguantado bien el tirón con la esperanza de que la tasa se retrasara en el tiempo o incluso de que no saliera adelante ante las numerosas dudas legales que despierta. Habrá que ver qué hacen ahora.

"Observamos una mayor corriente vendedora. El volumen de negocio, que estaba bajo mínimos hasta el pasado miércoles, casi dobló el jueves la media de los días anteriores hasta cerca de 400 millones de euros. Es una señal de máxima precaución. Si los gestores tienen que elegir ahora entre distintos bancos europeos, no van a elegir los españoles, al menos a corto plazo. Va a haber cambio de cartas", aseguran en un 'broker' internacional.

Por lo tanto, la banca española -especialmente las entidades domésticas- pueden perder parte de esa importante prima que les daba la subida de los tipos de interés en marcha. Ahora va a estar bajo una estrecha vigilancia. "Lo peor es que ni siquiera hemos podido dar a los inversores una opinión bien formada del impacto del impuesto, porque algunos hemos conocido los detalles después de los resultados", señalan en el entorno de uno de los bancos afectados.

Por lo tanto, los bancos trabajan sobre la marcha para transmitir a inversores y analistas un mensaje de tranquilidad después de una medida que ya asumen que les va a condicionar su futuro bursátil hasta final de año. "El mercado estaba cotizando un ensanchamiento de los márgenes por la subida de tipos que se va a ver limitado por el impuesto. Obligadamente las casas de análisis van a poner a la banca en vigilancia justo ahora, cuando los gestores toman decisiones con las cuentas del semestre en la mano", señalan expertos del sector.

En las firmas de análisis se reconoce también que hay que valorar el hecho de que el impuesto vaya a afectar sólo a la decena de entidades nacionales más grandes y no a grandes competidores extranjeros en España como Deutsche Bank. Una situación que deja a las grandes entidades en una situación de desventaja competitiva que preocupa mucho a los analistas. Al margen de la posible batalla legal que provoque el impuesto y de los cambios que pueda haber hasta su aprobación definitiva, en el sector consideran que el daño ya está hecho. Por la tasa en sí, y por el momento elegido.

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