España se ha confirmado como el primer productor mundial en varias familias de productos que componen las grasas vegetales con capacidad suficiente para proveer al mercado, incluso en momentos complicados. Pero eso, que en un principio impulsó el interés en Deoleo, pasa ahora otra vez factura al valor que en los últimos meses ha entrado en una aburrida tendencia lateral bajista.
Pese a todo, el grupo aceitero sigue trabando para mantener su liderazgo en el sector y defender su estrategia basada en la calidad que le ha permitido, junto a una dura reestructuración societaria, cerrar los dos últimos años con beneficios.
En este sentido, la compañía está colaborando con algunas importantes instituciones de Estados Unidos con el objetivo de alcanzar unas normas definidas de clasificación y etiquetado del aceite de oliva en el país que beneficien a todos.
De conseguirlo, esta sería la primera vez que el Gobierno federal americano adoptase una normativa de obligado cumplimiento para el aceite de oliva. Un paso fundamental para garantizar un sector más honesto, justo y competitivo donde Deoleo puede hacer prevalecer su liderazgo.
Entre tanto, su cotización se ha estancado en torno a los 0,35 euros después de haber alcanzado los 0,41 a mediados de marzo.