El im­puesto re­pre­senta el 18% de la tri­bu­ta­ción de la banca du­rante el año pa­sado

La banca exhibe los 8.244 millones que pagó en impuestos en 2021 para frenar la nueva tasa

La vi­ce­pre­si­denta Calviño ne­gocia este viernes con pa­tro­na­les, Banco de España y los res­pon­sa­bles de los cinco grandes

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La lista es larga y de am­plio es­pec­tro. La nueva tasa tem­poral sobre los be­ne­fi­cios ex­tra­or­di­na­rios de la banca anun­ciada por el pre­si­dente del Gobierno du­rante el de­bate sobre el Estado de la Nación, em­pieza a ne­go­ciarse este viernes en un au­tén­tico cón­clave del sector fi­nan­ciero del país. La banca acude con un dos­sier ba­sado en un in­forme del Banco de España. De las pér­didas ex­tra­or­di­na­rias de 5.536 mi­llones en el año del covid de 2020, pasó a unos be­ne­fi­cios ré­cord en 2021 (19.886 mi­llo­nes) pero pagó 8.244 mi­llones de im­pues­tos. Solo en el primer tri­mestre de este año ha abo­nado 2.680 mi­llo­nes.

La reunión, convocada por la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, ha convocado al gobernador del Banco de España (Pablo Hernández de Cos); los presidentes de las tres grandes patronales bancarias; la AEB (Alejandra Kindelán), la Ceca (Isidro Fainé) y la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc, Manuel Ruiz Escudero, presidente de Caja Rural Central).

Junto a ellos estarán los presidentes y máximos ejecutivos de los cinco mayores bancos españoles: Santander (Ana Botín y José Antonio Álvarez), CaixaBank (José Ignacio Goirigolzarri y Gonzalo Gortázar), BBVA (Carlos Torres y Onur Genç), Sabadell (Josep Oliú y César González-Bueno) y Unicaja Banco (Manuel Azuaga y Manuel Menéndez).

Acompañarán a Nadia Calviño el Secretario General del Tesoro, Carlos Cuerpo Caballero, y previsiblemente el Secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés.

Desde el Ministerio de Economía se insiste en que que la reunión forma parte del “diálogo permanente con la banca” y que la nueva tasa no será el ‘plato único’ de la reunión. Entre otros asuntos, los máximos responsables financieros del país repasarán la situación macroeconómica, la decisión del BCE, este viernes, de subir los tipos de interés en medio punto, los efectos de la guerra en Ucrania y la evolución de las medidas de inclusión financiera impulsadas desde ese Ministerio.

Demasiados impuestos

La banca exhibirá toda su fortaleza ante el Gobierno y no solo con la representación que destacará en la misma. “Existen muchas cargas regulatorias sobre el sector. Hay que tener cuidado para asegurar que los bancos podamos seguir realizando nuestra labor”. Así reaccionaba Alejandra Kindelán, la ‘nueva’ presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB) que, apenas dos meses después de su nombramiento, debe afrontar uno de los mayores ‘terremotos’ del sector tras el rescate bancario de 2012.

El sector bancario exhibirá cifras más que elocuentes para intentar frenar lo que consideran una escalada recaudatoria: el conjunto de las entidades de crédito españolas pagó el año pasado 8.244 millones de euros, según los datos del Banco de España. Ya solo en el primer trimestre de este año, la declaración le ha salido a pagar al sector 2.682 millones.

Si se comparan esas cifras con los 1.500 millones de euros extras que el Gobierno prevé recaudar anualmente en 2022 y 2023, la cuestión supone que el esfuerzo que le pide a los bancos es que estos dos años incrementen su imposición el 18,2% o, vista la evolución del primer trimestre, con una media de pago de impuestos de casi 900 millones mensuales, que los bancos paguen este año y el próximo los impuestos de algo más de 13,5 meses de ejercicio.

Cómo va a estructurarlo el departamento de la ministra María Jesús Montero está aún por ver, en vistas de que algunas entidades ya avisan que recurrirán a los Tribunales… y que la nueva tasa, tal como anunció la próxima número dos del PSOE, sea repercutida por las entidades en el consumidor final.

Desde luego, los inversores no parecían ayer tan alarmados como la semana pasada y, a pesar de la fuerte subida de tipos decidida por el BCE (+0,5 puntos), convirtieron al sector bancario en el ‘tractor’ de la sesión al dejar el índice bancario en positivo (+ 0,9%); lo que amortiguó la caída de la Bolsa española que cerró con una leve bajada del 0,2% y mantenía por encima de los 8.000 puntos su indice más representativo, el Ibex 35. Con todo, las cotizaciones de la banca durante el año marcan unas pérdidas del 8,49%.

Fuentes próximas a Economía señalan que la banca “es sensible a la necesidad de colaborar ante las dificultades” aunque las últimas declaraciones de algunos de sus miembros más destacados no parecen ir en consonancia con esa percepción.

Sin ir más lejos, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, calificaba este jueves de “injusto” el impuesto y anunciaba la intención de su banco de ir a los tribunales para evitar pagarlo.

Beneficios elevados

Una cuestión clave es la elevada cifra de beneficios que los bancos registran en el último año, que es la base sobre la que el Gobierno plantea el nuevo impuesto y los beneficios extraordinarios que obtendrán con una política de tipos de interés altos (los últimos ejercicios han sido históricos por los tipos de interés bajo mínimos, incluso negativos) y que el sector niega.

Y es que después del efecto ‘provisiones extraordinarias’ por el Covid realizadas en 2020, que llevó al sector a unas pérdidas extraordinarias de 5.536 millones; la gran banca española obtuvo durante 2021 el mayor beneficio de los últimos trece años con una ganancia neta de 19.886 millones para el conjunto del sector (15.125 millones de beneficio atribuido según la AEB). La patronal bancaria explicó en su momento esta evolución de la rentabilidad por “la mejora de los márgenes recurrentes de la cuenta de resultados y de las menores necesidades de provisiones y saneamientos”.

Y otro factor importante: en muchos casos, como Santander y BBVA y en menor medida CaixaBank, los beneficios proceden de sus actividades fuera de España, como Brasil o México y Portugal. Lo dice un analista con un interrogante: "¿Deben pagar también por esos beneficios que proceden de una actividad muy arriesgada por la inestabilidad política o del tipo de cambio?"

De hecho, durante el primer trimestre del presente año el resultado neto agregado del conjunto de entidades de crédito que operan en nuestro país alcanzó los 6.825 millones de euros según los datos del Banco de España. Si bien la cifra representa una caída del 26,4% con respecto al mismo periodo de 2021 hay que tener en cuenta el efecto de la fusión entre La Caixa y Bankia cerrada en marzo de ese año.

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