En concreto, el acuerdo con esta institución que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) se centrará en la colaboración para el posible desarrollo clínico adicional del inhibidor de LSD1 de Oryzon en fase clínica, iadademstat, en diferentes tipos de cánceres sólidos y hematológicos.
La importancia de este acuerdo estriba en que, por un lado, supone una fuerte validación de iadademstat, probablemente el inhibidor de LSD1 más potente y selectivo actualmente en desarrollo clínico, y, por otro lado, permitirá al laboratorio especializado en epigenética ampliar su programa de desarrollo clínico para este compuesto.
Los CRADA (Acuerdos de Investigación y Desarrollo Cooperativo) son colaboraciones formales que implican a uno o más laboratorios federales y una empresa en virtud del cual el Gobierno norteamericano, a través de sus laboratorios, proporciona personal, servicios, instalaciones, equipos, propiedad intelectual u otros recursos.
Se trata de un proceso muy selectivo que recibe una evaluación científica rigurosa previa por los expertos de los diferentes cánceres considerados. Eso supone un notable espaldarazo para Iadademstat, un inhibidor altamente potente y selectivo, activo por vía oral, de la enzima epigenética LSD1 y que tiene un potente efecto diferenciador en cánceres hematológicos.
Una noticia que ha servido a Oryzon para recuperar la atención de los bolsistas después de pasar de 4,3 euros a principios de 2021 hasta casi perder los dos euros en mayo de este año. En el ejercicio, el valor perdía hasta ahora más de un 15 % con un perfil netamente bajista. Ahora, sin embargo, ha vuelto a terreno positivo para apuntar hacia la referencia de los 3 euros, zona en la que encuentra su principal techo técnico.