El trans­porte de ga­soil y diesel cae al 30% por vía flu­vial y en­du­rece la crisis ger­mana

Alemania se enfrenta al gas ruso, la energía nuclear y hasta la caída del Rin

Sopesa ex­tender la vida de tres cen­trales nu­cleares ante la crisis ener­gé­tica

Gas natural.
Gas natural.

Alemania atra­viesa una de las peores co­yun­turas eco­nó­micas de su his­toria re­ciente. El acoso de una al­tí­sima in­fla­ción que afecta a com­bus­ti­bles o gas, los úl­timos acon­te­ci­mientos han de­mos­trado el desa­cierto de su po­lí­tica ener­gé­tica. El corte de su­mi­nistro de gas que ha lle­vado a cabo Rusia ha coin­ci­dido con un fuerte des­censo en el caudal del Rin, una vía flu­vial uti­li­zada para el trans­porte de mer­can­cías, que se ha re­du­cido hasta el 30% de su ca­pa­ci­dad.

La crisis energética desatada por la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso ha cogido por sorpresa a Alemania, que había adoptado la decisión de prescindir de las centrales nucleares. Una decisión muy alejada de la de su vecino Francia.

Alemania decidió prescindir de la energía nuclear a raíz del accidente de Fukushima. En este momento, apenas cuenta con el suministro del 11,9% de sus fuentes de procedencia nuclear. Francia cuenta con el 69% y ha encomendado a la empresa nacionalizada EDF explorar todas las vías para rehabilitar centrales que puedan suministrar energía.

Es cierto que la energía nuclear es más limpia, pero tiene la desventaja de que los residuos son caros de manejar y peligrosos. A pesar de ello, en Europa ha países como Ucrania, Eslovaquia Bélgica o Italia que obtienen la mitad de su energía de fuente nuclear.

En cualquier caso, tal como se han puesto las cosas, los alemanes han decidido prolongar la vida de las tres centrales que iban a cerrar este año. En cualquier caso, llueve sobre mojado para Alemania, ya que la extraordinaria sequía a la que se está enfrentando Europa está comprometiendo la utilización del Rin como vía de transporte.

Caudal mínimo de 15 años

“El río Rin, de 800 millas (1288 kilómetros), se extiende desde Suiza hasta el Mar del Norte y se utiliza para transportar decenas de millones de toneladas de mercancías a través del interior de Europa. Pero con los niveles de agua en su nivel más bajo para la época del año en 15 años, existe un límite en la cantidad de combustible, carbón y otras cargas vitales que las barcazas pueden transportar río arriba y río abajo”, advierte el diario digital ZeroHedge.

“Los bajos niveles de agua en el río Rin significan que las barcazas que transportan productos de petróleo de tipo destilado medio, generalmente gasoil/diésel, más allá de Kaub en Alemania, están limitadas a cargar alrededor del 30% de su capacidad, según la firma de servicios de corretaje marítimo Riverlake”.

Uno de los grandes problemas de esta situación es la dificultad para que dos plantas de energía obtengan el suficiente carbón que necesitan. “Debido a la estrechez del mercado del carbón y los bajos niveles del Rin que dificultan la entrega del combustible, solo el 65% de la capacidad de carbón de Alemania estará disponible en los próximos meses, según Sabrina Kernbichler, analista de S&P Global Commodity Insights. Esta es una mala noticia para un país cuyas mayores empresas de energía están comenzando a agotar las reservas de gas natural como resultado de la interrupción de los envíos de Nord Stream 1, poniendo en peligro a millones de alemanes con congelamiento si el país no logra reabastecerse por completo antes del invierno”.

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