“El impuesto de Sánchez a las energéticas y la banca es un anuncio político. Habrá que ver cómo lo van a hacer”, respondía una fuente de una de las eléctricas consultadas. “El Ejecutivo no lo va a tener fácil para aplicar las dos leyes que el presidente pretende desarrollar”, recalcaba otra fuente. Y un tercero: “el caso de Italia del que tanto habla el presidente, que se nos explique la fórmula para hacerlo en España”.
El sector petrolero ha sido el primero en alzar la voz en contra del impuesto que el Gobierno pretende aplicar a las energéticas y por el cual quiere ingresar 4.000 millones de euros. “Hasta que no se legisle, todo lo que se ha anunciado no vale para nada”. Así de rotundo se han mostrado las fuentes consultadas por Capitalmadrid. “De momento es un anuncio pero sin ningún argumento que apoye la medida”, han añadido.
¿Cómo lo van a hacer? ¿Y si en vez de beneficios, obtenemos pérdidas en 2023? ¿Qué son resultados extraordinarios? ¿Qué ley puede establecer el cobro de un impuesto nuevo retroactivo? Son algunas de las preguntas que las petroleras se hacen tras el anuncio de Sánchez.
Reunión con Teresa Ribera
La Asociación Española de Operadores de Operadores de Producto Petrolíferos (AOP) -patronal a la que pertenecen Repsol, Cepsa y BP-, tiene previsto reunirse hoy con la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. A la misma, asistirán también los presidentes o consejeros delegados de las tres grandes petroleras.
En principio, esta reunión estaba puesta en agenda antes de que el presidente del Ejecutivo anunciase la aprobación de sendos impuestos “temporales” a los bancos y a las compañías energéticas para recaudar 7.000 millones de euros en dos años. De esta cifra global, 4.000 millones de euros provendrán de las eléctricas, petroleras y gasistas y otros 3.000 millones de la banca.
Aunque desde el Ministerio se ha señalado que la reunión de este jueves es para abordar el plan ante un posible corte del suministro de gas el próximo invierno, el eje de la reunión estará centrado en el anuncio hecho por Sánchez con motivo del debate sobre el estado de la nación.
El sector petrolero ha manifestado en referencia al nuevo impuesto a las energéticas “que no se puede hablar de beneficios extraordinarios de las empresas petroleras”, por cuanto que el precio del crudo es cíclico, depende de muchos factores, e igual sube -como ahora está sucediendo-, pero también se hunde como ocurrió durante la pandemia. “No se pueden olvidar las pérdidas de miles de millones de euros que las compañías registraron”, advierten.
Pérdidas de Repsol en 2019 y 2020
Repsol pasó, por ejemplo, de contabilizar en 2018 unos beneficios de 2.341 millones de euros a obtener en 2019 unas pérdidas de 3.816 millones de euros como consecuencia de las provisiones que la compañía tuvo que realizar ese año para invertir y la caída del precio del crudo. En 2020, la explosión de la pandemia generó igualmente unos elevados números rojos en el grupo de 3.289 millones por el hundimiento del crudo y la caída de la demanda. Por el contrario, en 2021, el resultado neto volvió a dar un nuevo vuelco y los beneficios llegaron a los 2.499 millones.
La compañía que preside Antonio Brufau perdió en 2019 y 2020 un total de 7.105 millones de euros, sin que el Gobierno y la coalición de Unidas Podemos se hayan preguntado la causa de estos resultados negativos. En 2020, las acciones de la empresa llegaron a cotizar a cinco euros y el precio del barril Brent registró un precio medio de 41,8 dólares.
Desde Repsol, recuerdan que, durante el estado de alarma, la petrolera tuvo que tener abiertas las 3.600 estaciones de servicio, pese a que no se podía circular y no hubo consumo. Además, la compañía tiene asegurado el refino que se necesita y evita que se tenga que importar combustible, lo que aporta una gran seguridad al sistema.
Fuentes de la patronal AOP señalan, por su parte, que las inversiones en el sector petrolero “se hacen a riesgo, sin que haya una tarifa regulada que asegure su rentabilidad”. “Gracias a estas inversiones, gozamos de una alta seguridad de suministro en un contexto muy complicado para otros países europeos que no apostaron por el refino”, subrayan.
Discrepancias entre petroleras y eléctricas
Petroleras y eléctricas discrepan en cuanto a qué empresas deben ser más penalizadas en el nuevo impuesto que el Gobierno y Unidas Podemos quieren aplicar. El vicepresidente de Iberdrola España, Antonio Miguel Carmona, ha declarado que el impuesto anunciado por Sánchez se circunscribe únicamente a petroleras y gasistas, dada la reducción de beneficios que las eléctricas han experimentado en España.
“Entendemos que este impuesto es a las petroleras y a las gasistas que representan el 75% de la energía. Nosotros, muy al contrario, tenemos un recorte de resultados en España por el encarecimiento del precio del gas y tener el 80% de la demanda eléctrica vendida a precio fijo”, ha declarado.
Y ha concluido: Entendemos pues, que están hablando de un impuesto a las petroleras y a las gasistas, que representan -insisto-, el 75% de la energía vendida en España”.