Los analistas creen que las fuertes presiones inflacionistas, más prolongadas de lo que se había predicho, pueden condicionar al consumo, en especial durante la época veraniega, y de rebote a la demanda de publicidad. Un factor al que el grupo de medios es muy sensible.
En este sentido, los expertos recuerdan que los dos grandes medios acaparan buena parte del pastel publicitario en España. Algo que en el caso de Mediaset apenas incidir menos una vez que a la puerta de salida del mercado tras la opa lanzada por su matriz italiana.
De hecho, algunos expertos ven en esta operación un posible impulso para Atresmedia que se quedará como una de las principales representantes del sector en Bolsa muy por delante de Squirrel.
Otro de los factores que estaría impulsando al valor sería el próximo pago de dividendo. Uno de los más atractivos fuera del Ibex 35. La compañía descontará el 22 de junio 0,24 euros brutos por acción, lo cual supone una rentabilidad superior al 6%.
Aprovechando este reclamo para los accionistas, señalan las malas lenguas, algunas manos fuertes estarían moviendo grandes paquetes de acciones para ejecutar minusvalías y plusvalías. Una agitación que podría llevar a engaño a más de uno, por lo que aconsejan mantenerse vigilantes con el valor.
De momento, la cotización mantiene una revalorización anual cercana al 20% y las acciones luchan ahora por superar la barrera sicológica de los 4 euros, su nivel más alto desde el verano de 2019, con un perfil técnico netamente alcista.