ANÄLISIS

El mayor déficit comercial frena la economía mientras la OMC agudiza su crisis

Sólo la re­cu­pe­ra­ción del tu­rismo per­mi­tirá ali­viar el de­te­riodo co­mer­cial de España

Comercio exterior.
Comercio exterior.

Las con­ti­nuas Interrupciones y caídas en los su­mi­nis­tros pro­por­cio­nados por las ca­denas de dis­tri­bu­ción, la in­va­sión del ejér­cito ruso en te­rri­torio ucra­niano y la per­ma­nente y cre­ciente pe­ne­tra­ción de China en los mer­cados de los países in­dus­tria­li­za­dos, pero sobre todo en los países en vías de desa­rro­llo, han de­jado el co­mercio mun­dial al lí­mite del co­lapso. Y el co­mercio ex­te­rior es­pañol ha co­men­zado a im­pactar sus efec­tos.

No es por casualidad que la última reunión anual de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y de otros foros internacionales de cooperación, que durante décadas han facilitado su crecimiento vía liberalización de contingentes y reducción de aranceles, fuerce una obligada reflexión sobre la globalización del comercio internacional y en consecuencia acerca de las instituciones multilaterales.

En la última y maratoniana reunión ministerial de la OMC, en Ginebra, se ha aprobado un paquete de suministro de vacunas suavizando el régimen de patentes, a la vez que se aprobaban recortes en los subsidios a la pesca oceánico.

Ahora bien, la OMC depende de las contribuciones de los Estados que se muestran cada vez más reticentes en estos tiempos de creciente populismo opuesto a la globalización. Trump fue el gran campeón de esta tendencia sin que la nueva administración estadounidense de Joe Biden se haya mostrado muy firme en sentido contrario. Quizá la guerra de Ucrania genera también un cambio en las preferencias internacionales

La libertad de comercio ha ido de la mano con el desarrollo desde el comienzo de la civilización. Prosperidad y globalización. Pero los enemigos del comercio avanzan más deprisa que sus defensores. Una OMC arrinconada y recortada en sus competencias permitiría que esos enemigos del comercio impusieran sus normas.

Freno al comercio exterior

La desaceleración del comercio ya está teniendo una repercusión en la evolución de las ventas y compras españolas con el resto del mundo. Aunque las exportaciones españolas continúan marcando récords tanto en el pasado mes de abril como en el primer cuatrimestre del año, los elevadísimos precios de los productos importados, especialmente los energéticos, han incrementado el déficit del comercio de mercancías. La tasa de cobertura exportación-importación, durante los últimos 10 años, se situaba en el 90% o por encima, ahora ha caído casi 10 puntos hasta el 83%

El saldo no energético pasaba en el mes de abril en su evolución interanual a negativa a la vez que el déficit con los países no miembros de la UE se ha triplicado. Todo ello a pesar de que el valor de las exportaciones sigue aumentando mientras crece el número de exportadores y mejora la comparación internacional. Frente a un incremento del 23,2% de las exportaciones españolas las de del conjunto de la UE sólo avanzaron a una tasa interanual del 19 %, las de Alemania un 10,7% y un 10,3% las de la República China.

La reconfiguración de las importaciones y los precios de los productos energéticos son la explicación del mayor déficit comercial. EE.UU. ha pasado a ser el cuarto proveedor de España, con un incremento interanual de sus ventas del 143%. La explicación es el gas licuado. Por otro lado, el déficit tradicional con China crece desproporcionadamente ,aumentan sus ventas y reducen sus compras en España.

Oscuras nubes en el comercio español de mercancías con el exterior y la esperanza de que los servicios del turismo hagan posible una balanza de bienes y servicios equilibrada.

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