De momento, el riesgo de que las compañías energéticas denuncien la nueva carga fiscal ante Bruselas ha provocado que la medida no se incluya en el decreto ley aprobado el pasado 25 de junio y se aplace hasta enero de 2023.
Sánchez quiere evitar una guerra soterrada con las energéticas por culpa de un impuesto recaudatorio que, sin duda, utilizará el PP para atacarle en el Parlamento. De ahí que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y todo su equipo de asesores en fiscalidad lo estén analizando de manera exhaustiva. El nuevo impuesto se aplicará sobre los resultados que las compañías obtengan en 2022.
De lo que se trata, en suma, es que la nueva figura impositiva que el Ejecutivo pretende aplicar al sector energético funcione con plenas garantías y “con arreglo a las reglas ordinarias de nuestro sistema fiscal”, tal y como ha reconocido la propia ministra Ribera.
El fracaso de la excepción ibérica que presumía una bajada en el recibo de la luz de entre el 15% y el 20% al topar el precio del gas en 48 euros, ha forzado a acelerar otra batería de propuestas con el objetivo de atajar el problema de la inflación, que en mayo se situó en el 8,7%. Una de ellas, ha sido la bajada del IVA del 10% que se aplicaba en el recibo de la luz al 5%.
Un modelo con garantías
Quedaría, en cambio, el recargo fiscal que su socio de gobierno Unidas Podemos quiere imponer a las energéticas por los beneficios que están obteniendo con la subida del precio de la luz y de los carburantes. El problema radica en el modelo impositivo.
De entrada, Montero se ha opuesto a la propuesta de Unidas Podemos de elevar en 10 puntos la tasa del Impuesto de Sociedades a las grandes empresas energéticas -Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, Cepsa, EDP y Acciona-, con el objetivo de aumentar la recaudación entre 1.500 y 2.000 millones de euros.
En este sentido, ha comentado que comparte el objetivo de que las eléctricas y petroleras contribuyan en mayor medida a las arcas del Estado por los beneficios que reciben. Pero ha recordado que las figuras tributarias tienen que tener un rendimiento “real” y, a veces, “el Impuesto sobre Sociedades no es el que aporta un mayor rendimiento”, ha subrayado.
La ministra Ribera ha reconocido que el Gobierno está viendo lo que han hecho otros Estados de la Unión Europea que se encuentran en la misma situación. La vicepresidenta tercera ha admitido en el Consejo de Ministros de Energía de la UE, en Luxemburgo, que están buscando “el modelo de introducir un gravamen sobre las diferencias de los beneficios de las compañías energéticas en este último año”.
El diseño de Italia
Ribera se ha referido al diseño de Italia, ya que precisamente “toma como referencia el mecanismo para limitar el precio del gas en el mercado eléctrico de la electricidad ejecutado por España”, ha comentado.
El Gobierno italiano de Mario Draghi puso en marcha en marzo pasado una serie de medidas para paliar el bloqueo a las compras del gas ruso, la subida del precio de la luz y de los combustibles por valor de 20.000 millones de euros. El segundo plan de mayo conlleva un paquete de ayudas de 14.000 millones de euros a los consumidores, las industrias y el transporte. Paralelamente, se ha aplicado un impuesto a las eléctricas de hasta el 25% por los beneficios extra que están obteniendo.
El propio Sánchez anunció el pasado día 25 cuando anunció el nuevo plan de ayudas que estaban analizando el caso de Italia “de forma muy particular”.
El nuevo recargo fiscal que el Gobierno está intentando aplicar las energéticas no se materializará este año sino que será, en todo caso, en 2023. El Ejecutivo quiere evitar a toda costa que el impuesto que se aprueba pueda ser recurrido por el sector en Bruselas.
El recibo de la luz se ha convertido en la gran asignatura de Sánchez y en el gran problema de la inflación. El precio de la luz volverá a disparase de nuevo este martes un 38%, hasta los 261,15 euros/MWh. De no haber sido por el nuevo mecanismo de la excepción ibérica para topar el precio del gas, el megavatio hora se habría disparado hasta los 299 euros/MWh, 38 euros más.