De esta manera, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha sorprendido al mercado superando las previsiones del consenso y ha subido los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta el 1,5%-1,75%.
Ahora se esperan movimientos muy similares por parte del Banco de Inglaterra (BofE) y algo menor por parte del Banco Central Europeo (BC), presionado po rlos efectos adversos en la prima de riesgo de países europeos muy endeudados, como Talia, España, Grecia y Portugal.
En su comunicado, la FED ha pronosticado "aumentos continuos" en los intereses y los que serán "apropiados en el futuro". En este sentido, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que decide la política monetaria ha proyectado que el precio del dinero terminará en 2022 en niveles del 3,4% (frente a su anterior del 1,9% en marzo), lo que implica subidas adicionales de 175 puntos básicos en las cuatro próximas reuniones (julio, septiembre, noviembre y diciembre).
Advertencia de Powell
Además, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, ha abierto la puerta a que la reunión de política monetaria del organismo del mes de julio se produzca otra subida de 75 puntos básicos como la que ha tenido lugar este miércoles, siendo la más elevada desde 1994.
"Claramente, la subida de hoy de 75 puntos básicos es inusualmente grande y no espero que sean comunes movimientos de esta magnitud. Desde la perspectiva de hoy, una subida de 50 o 75 puntos básicos parece lo más probable en nuestra próxima reunión", ha indicado Powell en la rueda de prensa posterior a la reunión de política monetaria del organismo.
El banquero central ha argumentado que los datos disponibles apuntaban a la necesidad de una mayor subida del precio del dinero este miércoles. La Fed ha decidido ignorar así su propia orientación a futuro, ya que había previsto una subida de 50 puntos básicos.
"Lo que estamos buscando son pruebas contundentes de que las presiones inflacionistas se relajan y que la inflación está cayendo", ha apostillado Powell, tras admitir que esperaba que la inflación ya hubiera empezado a retroceder a estas alturas.