Y Latam es ya el cuarto inversor extranjero en España tras EEUU, Reino Unido y Francia.
El informe indica que el flujo de inversión latinoamericana en España, cada vez más diversificado y con vocación de largo plazo, aumentó un 45% en 2021 sobre 2020 y alcanzó 1.444 millones, si bien aún sólo es algo más de la mitad del volumen previo a la pandemia. La apuesta ‘multilatina’, que contribuye de modo muy relevante al tejido empresarial español, se sitúa en un acumulado de 47.168 millones de euros, un 9,8% de la inversión exterior que recibe España. Y 63.332 millones si se añade la inversión en holdings, el 21,1% de la IED. En la última década, la inversión de las firmas latinoamericanas en España se ha ido incrementando de modo notable, con un crecimiento del 92% desde 2010.
Las empresas de México encabezan la inversión en España, con el 58,9% del total, por delante de las de Argentina (15,5%); Venezuela (8%); Brasil (6,7%); Uruguay (2,9 %); Dominicana (2,4%) y Panamá (2%), según un balance donde que se echa en falta una mayor presencia de compañías chilenas, colombianas y peruanas. “Solo EEUU, Reino Unido y Francia han invertido más en España que las latinoamericanas, que superan en volumen a economías como China”.
Nivel global
Un total de 652 firmas ‘latinas’ invierten en España, sobre todo en TIC, energía, construcción, inmobiliario, hoteles, servicios financieros y alimentación, y generan 32.715 empleos directos. En términos de proyectos 'greenfield', en 2021 se alcanzó el mayor número de la serie histórica junto a 2019: un total de 24, liderados por pymes de servicios y emprendedores tecnológicos. En cuanto a holdings, Brasil, Colombia y Uruguay están a la cabeza inversora en España. La tendencia está convirtiendo la relación inversora España-Latam en cada vez más bidireccional y equilibrada, después de algo más dos décadas de emisión de flujos de capital prácticamente en una sola dirección, tras el desembarco de las grandes firmas españolas en la región a inicios de los 90. Con todo, la inversión mantiene aún un fuerte desequilibrio, ya que las firmas españolas han invertido 148.816 millones de euros en Latam, a través de 2.313 empresas, con una creación de 823.000 empleos. La inversión española en Latam, además, mantiene un fuerte crecimiento y hoy el 30% tiene como destino el área.
A nivel global, la IED latinoamericana en el exterior se triplicó en 2021 y superó los niveles previos a la pandemia tras caer a mínimos históricos en 2020 por la crisis del Covid. El montante total alcanzó 57.403 millones de dólares, “una de las mayores cifras de la serie histórica”, y un 25,5% más que los niveles anteriores a la pandemia (44.091 millones de dólares en 2019). La mitad de la inversión se queda en la región y la otra mitad va fuera de Latam.
Barómetro
En términos acumulados, Brasil dispone de la inversión ‘latina’ más alta en el mundo con 277.454 millones de dólares, por delante de México (178.947 millones) y Chile (145.333 millones). Sin embargo, respecto a su tamaño económico y en función del PIB, Chile lidera la inversión acumulada exterior, por delante de Colombia y Brasil, mientas que otras economías como Perú o Argentina cuentan con un tejido empresarial menos internacionalizado.
El informe destaca que, en los últimos años, Latam ha registrado una explosión de start-ups. Según datos del BID, hoy existen 1.005 empresas emergentes nacidas en la región con un valor superior a 100.000 millones de dólares que suman 245.000 empleados, presentes en la casi totalidad de sectores de la economía y cada vez con mayor internacionalización en EEUU y Europa.
Este año el informe recoge los resultados del primer Barómetro Global LATAM, realizado en colaboración con CEIB, y que analiza la percepción de las 361 compañías ‘latinas’, sus perspectivas de inversión y los obstáculos a los que se enfrentan. Un 34% de ellas prevé iniciar operaciones en 2022 y un 28,8% espera aumentarlas. Los principales destinos de la inversión serían la propia América Latina (46,6%), EEUU (26,9%) y España (9,8%).
Las compañías identifican como sus retos para la internacionalización la regulación del mercado de destino; la fiscalidad en el país sede de la empresa; el acceso a conocimiento de oportunidades internacionales; la imagen del país de origen de la empresa y hallar socio adecuado en el destino de la inversión. En el caso de España, las empresas demandan una mayor comprensión de los marcos regulatorios y más mecanismos para crear alianzas o joint ventures.
El informe considera que la inversión ‘latina’ seguirá aumentando, debido a la relativa facilidad con la que las compañías siguen financiando sus procesos expansivos; la necesidad de lograr escala y la ambición de acceder al mercado europeo por parte de las tecnológicas. Y que el avance en la modernización de los pactos comerciales de la UE con Chile y México será un impulso adicional.