Los consumidores tienden a apretarse el cinturón cuando los precios se disparan y eso se debería notar en la facturación de las tiendas de supermercados, en especial en cadenas de alimentación especializadas en volumen y con márgenes muy estrechos.
El grupo DIA se enfrenta así a un panorama muy complejo. No solo existe el riesgo de caída de ventas por el aumento de los costes de los productos que debe trasladar al cliente final, sino que también ya ha empezado a resentirse por la subida de los costes de la energía. Es decir, se encuentra entre la espada y la pared.
En sus avances de resultados del primer trimestre, la compañía reconoce que, en España -su principal mercado por volumen de negocio y empleados-, ha experimentado un preocupante descenso de sus ingresos hasta marzo debido al impacto de la guerra en Ucrania.
Esta doble incertidumbre, geopolítica y macroeconómica, se está viendo traslada a su actividad en forma de subidas de precios que afectan a toda la cadena de valor.
Con todo, el grupo no pierde el optimismo, pues hasta marzo, las ventas totales crecieron hasta los 1.620 millones de euros, con un crecimiento del 3,1% pese a contar con 348 tiendas menos gracias a la excepcional evolución de su actividad en Argentina.
En esta situación, los analistas aconsejan mantenerse alejados del valor, aunque reconocen que puede ser una buena opción a los precios actuales con vistas al largo plazo. El valor cotiza en la actualidad por debajo de los 0,14 euros. Muy cerca de sus mínimos históricos y con un recorte anual de cerca del 15%, a pesar del rebote de la semana pasada.