El tiempo dictará sentencia, porque la OPA de Slim sobre el 24% del capital -ya tiene el 5,4%- debe convencer nada menos que a Banco Santander y BBVA, los mayores accionistas con participaciones del 49% y del 20% respectivamente. Difícilmente estarán por la labor, porque el precio de 7,2 euros está a años luz de los 16,5 a los que volvió a cotizar en bolsa en 2018. Pero Slim tiene poco que perder en la oferta.
La pueden aceptar pequeños accionistas que entraron en niveles más bajos que los actuales o que quieren hacer liquidez convencidos de que el potencial alcista de Metrovacesa es limitado a corto y medio plazo. Para Slim, cualquier mejora de su participación será una buena noticia porque, teóricamente, la valoración de Metrovacesa es atractiva y además la rentabilidad por dividendo de la promotora está entre las mejores del mercado continuo.
Harina de otro costal son las opas sobre Gamesa y Mediaset España. Pero en todos los casos hay similitudes: valoraciones muy bajas que permiten a sus accionistas lanzarse a por ofertas de exclusión muy favorables en términos de precio. "Difícilmente van a cobrar los accionistas de Siemens Gamesa más de 20 euros por acción, y en Mediaset la matriz italiana se va a resistir a cualquier mejora", señalan fuentes bursátiles.
En el caso de la cadena de televisión, las firmas de bolsa no han podido hacer gala de mayor unanimidad a la hora de asegurar que la oferta de la matriz italiana para hacerse con el 100% de su filial española e integrarla en el holding Media For Europe es insuficiente. Los fondos de inversión ya han hecho acopio del 15% del capital a la espera de una mejora su oferta de partida.
Inicio conflictivo
El hólding italiano ha lanzado un mensaje al mercado anunciando que quiere repartir 5 céntimos por acción en concepto de dividendo, que no se haría efectivo hasta que se complete la OPA. Un signo de 'concordia' ya se verá hasta qué punto suficiente para doblegar la voluntad de los accionistas. Y más complicado parece aún el caso de Siemens Gamesa, después de unos trimestres muy convulsos en bolsa.
En realidad, la historia de la compañía ha sido conflictiva desde su mismo nacimiento. Varios 'profit warning' consecutivos han erosionado la credibilidad de los gestores y han sepultado gran parte de las inversiones de sus accionistas. Ahora todo parece indicar a que la posible OPA se situaría alrededor de los 18 euros, un precio muy por debajo de lo esperado hace apenas unos meses pero que para muchos puede ser un mal menor.
"La acción está ahora a 16,5 euros. La matriz alemana va a forzar todo lo posible para no pagar más de 18 euros. Un precio que, de confirmarse la OPA, sería muy decepcionante. Pero la sensación general es que el proyecto de Siemens Gamesa ya no da mucho más de sí y que muchos inversores podrían aceptar la hipotética oferta. Se trata de una oferta muy oportunista porque la acción baja más de un 20% sólo este año", señalan fuentes bursátiles.
Amparado en una legislación que da vía libre a la libertad de precios en las ofertas públicas -tras las limitaciones provocadas por el estallido de la pandemia-, el dinero mexicano, italiano o alemán busca sacar tajada en el mercado continuo español. Lo hace en un momento de bolsa incierto, muy complejo por la subida de los tipos de interés que viene y los episodios de debilidad en toda la economía mundial.