En realidad, los inversores ya habían apostado por unas cuentas mejores de lo previsto. La acción había subido en torno a un 4% en las cuatro sesiones anteriores a la presentación de los resultados, el pasado 21 de abril, día en que la cotización se disparó cerca de otro 4%. El viernes llegaría una mínima corrección que no ha podido ser más efímera, ya que el valor ha saltado hasta los niveles más altos desde el 16 de febrero y ya mira de reojo los máximos del año de 6 euros de seis días antes.
“No ha habido ni una sorpresa negativa en las cuentas. Ya no es sólo que el beneficio de 154 millones de euros haya superado con creces los en torno a 120 millones previstos por el consenso del mercado. Lo importante es que mejoran todos los márgenes, que la ratio de eficiencia baja hasta el 41,6% respecto al 43,4% del primer trimestre de 2021 y, sobre todo, que cada vez son menos los que creen que Bankinter no puede ganar 550 millones el año que viene, recuperando los niveles previos a la pandemia, pero sin la aportación de Línea Directa”, señalan fuentes bursátiles.
Cuanto más pasan los días, mejores lecturas tienen los resultados de Bankinter entre inversores y analistas. Las cuentas del trimestre han atraído nuevos compradores -el pasado día 21 se negociaron más de 6 millones de acciones, la cifra más alta del mes de abril- que creen que con las cifras del primer trimestre en la mano no hay razón para que el banco no vuelva a los niveles más altos del ejercicio. “No tiene exposición alguna a Ucrania y Rusia, y eso lo convierte en un valor incluso defensivo en este momento”, señalan en una gestora nacional.
Sabadell y CaixaBank, más de un 30%
Las mismas fuentes creen que, con estos resultados sobre el tapete, tampoco hay demasiadas razones para que otros bancos como Sabadell y CaixaBank -que suben más de un 30% en lo que va de año- lo hagan mejor que Bankinter, que avanza en torno a un 25%. Muy lejos quedan Santander y sobre todo un BBVA en negativo en lo que va de año. La mejora de la oferta de este último por el 50,5% de Garanti que no controla no ha hecho sino elevar el escepticismo del mercado, que sigue considerando la apuesta por Turquía como de alto riesgo.
“Cada vez es más grande la brecha que se abre entre los bancos domésticos españoles y los dos grandes. Son los primeros los que más tienen que ganar por la subida de tipos esperada en la zona euro, y su carácter nacional les blinda hasta cierto punto de las turbulencias mundiales a nivel geopolítico. Pero en el caso de Bankinter se suma un historial mucho mejor que el de sus competidores españoles en los últimos años. Ningún otro ha aguantado mejor en Bolsa los momentos críticos”, señalan en un ‘broker’ internacional.
Por encima de nuevo de los 5.000 millones de valor en Bolsa, Bankinter está recibiendo además el apoyo en el parquet de su equipo gestor y, más concretamente, de los dos directivos que con más asiduidad compran acciones de la entidad. En su enésima demostración de confianza en la acción, el director financiero Jacobo García y el director de auditoría interna, Francisco Martínez, han adquirido conjuntamente más de 3.000 títulos inmediatamente después de los resultados.