Una evolución previa muy por encima a la media del sector en el mundo gracias a las expectativas de mayor rentabilidad de la banca española.
Ahora, los operadores han comenzado a calibrar si en el corto plazo sigue habiendo margen para mantener esas subidas o las incertidumbres sobre el crecimiento económico derivados del impacto del conflicto bélico suponen un importante obstáculo para seguir con los avances.
Aunque las tensiones geopolíticas no acaban de rebajarse, en los mercados se empieza a observar un cierto optimismo ante un posible acercamiento de posturas que permita poner fin al conflicto. Esto supondría un cambio radical de escenario muy beneficioso para la banca, que sería la encargada de apoyar la reconstrucción por los daños económicos generado a la economía mundial.
A ello se suma un BCE cada vez más agresivo respecto a su política monetaria. A la retirada de compra de bonos prevista para junio se puede añadir una subida de tipos de interés este mismo año. Los expertos insisten en que el principal mandato de la entidad es mantener la inflación bajo control. Y los cálculos es que el aumento de los precios de la cesta de la compra aumente un 5% de media este año, con picos puntuales del 7%. Algo inaceptable.
Quizás sea demasiado pronto para dar por bueno el rebote de la banca
En este sentido, los expertos de Renta 4 consideran que parece pronto “para descontar con tanta alegría el final de la guerra, por un lado, así como una subida de tipos, por otro, y sus efectos sobre el margen de intereses de los bancos, teniendo en cuenta el actual contexto de incertidumbre económica”.
El fuerte impacto en crecimiento económico derivado de la guerra y del entorno de precios energéticos es suficiente para cuestionarse el cumplimiento de las guías de coste de riesgo del año del sector, lo cual podría provocar incluso modificaciones en la segunda mitad del año.
Otro de los grandes retos a los que se enfrenta el sector bancario en el corto plazo será el final de las extensiones de los avales ICO que amenazan con una avalancha de impagos que tensionen las tasas de mora.
No hay que olvidar, señalan los analistas del banco de inversión, que 2022 será un año difícil para el margen de intereses, con un volumen de crédito que no recogerá el efecto de los fondos Next Generation (retrasado a finales 2022 y 2023), las dudas sobre la evolución del consumo (menor renta disponible ante el incremento generalizado de precios), y la menor contribución de las condiciones favorables del BCE a partir de junio.
No obstante, cabe esperar que la débil evolución del margen de intereses pueda verse compensada con el crecimiento en comisiones netas, el control de costes (a pesar de la elevada inflación) y las menores provisiones.
En cualquier caso, señalan desde las propias entidades financieras, la hipotética subida de tipos por parte tendría un impacto muy gradual por la propia naturaleza de los préstamos que se van revistando anualmente para adecuarlos al euribor. Por este motivo, ninguno de los grandes bancos tiene incluidos en sus presupuestos de este año el posible encarecimiento del dinero.
Banco Sabadell, entre los favoritos para liderar la recuperación
De cara al corto plazo, y con permiso de la volatilidad del mercado, los expertos de Renta 4 estiman que “la mejor evolución relativa de la banca doméstica respecto a los globales se mantendrá, en la medida en que el efecto positivo de una subida de tipos suele ser más evidente en los bancos locales”.
Entre la banca española, la firma se inclina sobre todo por el Banco Sabadell con un potencial de revalorización del orden del 35% respecto a su precio objetivo. Su argumento se centra en los atractivos múltiplos de la entidad con un valor contable de 0,4 y un RoTE del 6,1%. También destaca la visibilidad de cumplimiento de su Plan Estratégico, apoyada por su exposición a Reino Unido donde la subida de tipos ya es un hecho y a un ritmo por encima de lo estimado en el plan.
Otros aspectos a valorar muy positivamente son su estrategia de gestión del negocio bien definida, con mayor especialización en el segmento de empresas, y el desarrollo del negocio de banca corporativa y la visibilidad en la evolución al alza de las comisiones netas apoyadas por alianzas estratégicas, mayor contribución del negocio asegurador, el crecimiento en productos especializados o el acuerdo con BNP Paribas Securities Services (BP2S) son aspectos que siguen vigentes a pesar del nuevo contexto económico actual.