Entre enero y diciembre, la empresa facturó 88.006 millones de euros, lo que equivale a un alza del 33,3% en comparación con el año anterior. Enel ha atribuido este incremento a todas las líneas de negocio por los volúmenes de electricidad producida y vendida y la ganancia realizada por la venta su participación en Open Fiber.
Por segmentos de negocio, y antes de tener en cuenta ajustes y eliminaciones, la facturación de la división de mercados finalistas creció un 31,2%, hasta 38.708 millones de euros, mientras que la de comercialización y generación térmica se elevó un 52,5%, hasta 33.155 millones de euros.
La rama de infraestructura y redes facturó 20.656 millones, un 6,3% más, mientras que la filial Enel Green Power situó sus ventas en 9.526 millones, un 23,8% más, al tiempo que Enel X alcanzó una cifra de negocios de 1.541 millones, un 37,5% más.
El coste de la electricidad, el gas y el combustible empleado en las operaciones de Enel en el conjunto del año fue de 49.093 millones de euros, un 88,6% más, mientras que los servicios y materiales supusieron un gasto de 19.609 millones de euros, un 6,8% más. La partida de personal se situó en 5.281 millones de euros, lo que equivale a un aumento del 10,2%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) del principal accionista de Endesa fue de 17.567 millones de euros, un 3,9% más que en 2020, al tiempo que el resultado neto de explotación (Ebit) fue de 7.680 millones, un 9,2% menos, como consecuencia de depreciaciones y amortizaciones.
A cierre del año, el grupo contaba con una deuda financiera neta de 51.952 millones de euros, un 14,4% más. La empresa ha explicado que este alza se debe al mayor gasto de capital en el periodo, así como al tipo de cambio y a la adquisición de una mayor participación en Enel Americas.
El consejo de administración de la firma tiene previsto proponer un dividendo de 0,38 euros por acción, un 6,1% más que la cantidad abonada en 2020. De la distribución propuesta, 0,19 euros ya se repartieron en enero en forma de dividendo a cuenta.