Esta decisión ha caído como un jarro de agua fría en el mercado, acentuando la caída del valor acumulada desde comienzos de año. De hecho, los expertos de Renta 4 valoran negativamente esta decisión; pues, aunque puede traducirse en la consecución de nuevos contratos en especial en el área de defensa, lo cierto es que no es buena desde el punto de vista de la gobernanza.
El mayor control del Consejo de la compañía por parte del Gobierno eleva la dependencia del grupo, así como su inestabilidad. Un ejemplo se encuentra en la caída del entonces presidente ejecutivo, Fernando Abril-Martorell, en mayo del año pasado antes las presiones gubernamentales.
Con todo, en opinión de los analistas de Renta 4, la gestión de la compañía está siendo muy positiva también bajo el mando de Ignacio Mataix y Cristina Ruiz, que lideran la compañía desde entonces.
No obstante, este mayor control puede provocar un giro en la estrategia, al albur y capricho de los intereses de cada Gobierno en un momento dado. En este sentido, destaca el interés del Gobierno en que Indra participe en un consorcio para entrar en el capital de ITP Aero, una entidad que para estos expertos no aportaría gran valor.
Argumentos que parece compartir el mercado. Las acciones de Indra han reaccionado con una caída superior al 5% y ya acumulan un retroceso de cerca del 10% en el ejercicio. El valor profundiza así en la actual tendencia bajista que viene desarrollando desde los máximos del año pasado sobre los 11 euros por acción.
De momento, Renta 4 ha reiterado su recomendación de sobreponderar con un precio objetivo de 12,5 euros por acción.