El más destacado de todos ha sido CaixaBank con una revalorización cercana al 60 % en un ejercicio caracterizado por el final del proceso de integración organizativa y tecnológica del grupo tras la fusión con Bankia, así como por los programas de atención a las personas mayores, una ambiciosa recompra de acciones y una clara apuesta por la financiación sostenible.
Entre los factores que han justificado su liderazgo de este año en el mercado ha destacado su capacidad para aprovechar al máximo el giro alcista de los tipos de interés y, en consecuencia, del euríbor que ya ronda el 3 % cuando lo tenían presupuestado a cero para este año, mejorando de forma notable el rendimiento de su negocio de crédito.
Este ha sido uno de los motivos determinantes también en la subida del Banco Sabadell que va camino de cerrar el año con una rentabilidad del 58 %. La entidad catalana reacciona así a unos años muy complicados. Tanto es así que, a finales de 2021, el mercado aún esperaba una posible fusión con el BBVA. Operación descartada por el Sabadell por un notable desacuerdo en las valoraciones y que ha terminado por convertirse en todo un acierto para el nuevo equipo gestor dirigido por César González-Bueno.
Este ha conseguido revertir la mala situación de su filial británica TSB tras los problemas tecnológico provocados en su integración que se ha convertido ahora en una de las principales fuentes de ingresos para la entidad.
El tercer cajón del podio de los mejores valores del mercado lo ha ocupado Repsol con un avance del 51 % a falta de una sesión para cerrar el ejercicio. El grupo energético se ha caracterizado este año por un paso al frente en su proceso de descarbonización con una clara apuesta el autoconsumo y el hidrógeno.
Aun así, el principal propulsor de su subida ha sido el encarecimiento de los precios del petróleo tras el inicio de la invasión de Ucrania. El barril de crudo Brent ha llegado a cotizar a cerca de 130 dólares en su pico más alto del año y aunque en las últimas semanas se ha moderado hasta los 83 dólares, debido a los topes impuestos al crudo ruso y al aumento de la producción por parte de la OPEP, este precio se mantiene casi un 10 % por encima de los 79 dólares con los que cerró 2021.