CaixaBank alerta del au­mento de costes de pro­duc­ción y sa­la­riales en el sector

El turismo, a contraciclo, mantendrá su crecimiento en 2023 hasta superar el Covid

Mejora de la mo­vi­lidad aérea del norte de Europa, el tu­rismo de larga dis­tancia y la baja ex­po­si­ción a la ma­cro­eco­nomía

Nuevas tecnologías para el turismo
Nuevas tecnologías para el turismo

Si a Rick y a Ilsa siempre les que­daba París desde la ne­bu­losa Casablanca, a la eco­nomía es­pañola siempre le queda el Turismo, con ma­yús­cula, como la ancla sal­va­dora a la que aga­rrarse cuando llegan mal da­das. Mientras los eco­no­mistas afinan sus pe­si­mistas pre­vi­siones para el año que viene, mar­cado por una ra­len­ti­za­ción eco­nó­mica mun­dial, pa­rece que la pri­mera ‘industria’ del país em­pe­zará el año con los me­jores au­gu­rios.

De hecho, se prevé que el conjunto del ejercicio 2023 se cerrará con un crecimiento del 2% en términos de PIB sobre los datos de 2019, un año que CaixaBank Research califica de “extremadamente positivo para el sector”.

De hecho, para esos mismos analistas, el PIB turístico de 2022 será el 66% superior al de 2021. Y eso es mucho decir ya que, tal como acaba de confirmar el Instituto Nacional de Estadística (INE), el turismo generó una actividad económica de 97.126 millones en 2021, equivalente al 8% del PIB español (2,2 puntos más que el año anterior), con más de 2,27 millones de trabajadores empleados, el 11,4% del total.

Pese a esas buenas perspectivas, los analistas avisan del aumento en los costes como consecuencia de la subida de la inflación con subidas del 12% en los productos agroalimentarios o el 16% en los materiales de construcción. Aunque el sector ha trasladado a precios buena parte de esas subidas la previsión es que, en 2023, esos costes fijo sigan al alza. Y eso incluye las revisiones salariales que, dice CaixaBank Research, “si bien se espera que sean contenidas, son el principal coste de las empresas turísticas”. Se estima que el 21% de los ingresos del sector van al pago de salarios. Por ello, los analistas subrayan que “si el sector quiere seguir defendiendo sus márgenes, se verá obligado a continuar subiendo precios”.

Fin de las trabas

Las previsiones de crecimiento para el turismo en 2023, pese a los malos augurios macroeconómicos se basan en la confluencia de diversos factores, alguno de los cuales han sido un auténtico freno para el negocio durante 2022. Entre ellos, la mejora de la movilidad aérea en el norte de Europa debe verse reflejada en el fin de los colapsos en los grandes aeropuertos y el fin de las cancelaciones de vuelos que han marcado el verano aeronáutico en el Centro y Norte de Europa el pasado verano.

Hay que considerar que, además de su importancia para el tráfico aéreo mundial, se trata de aeropuertos eminentemente ’emisores’ de turistas hacia España. Los datos de noviembre indican que el 22,7% de los viajeros que recibe España procede de Reino Unido, el 16,6% de Alemania y el 6,9% de Francia; con estadounidenses (4,6%), italianos (4,4%), suecos (4%) y neerlandeses (3,9%) como principales visitantes.

La mejora en el mercado del turismo de gran distancia es clave para ese crecimiento del sector. Especialmente la apertura (aún accidentada) de los cielos chinos, además de la recuperación de turistas estadounidenses cuya afluencia es aún el 20% menor de la de antes del Covid y la de coreanos y japoneses que siguen el 70% por debajo.

Tal como indica el INE, los hoteles españoles registraron en noviembre más de 17,5 millones de pernoctaciones (+17,8% interanual). De esos viajeros, más de 10,5 millones eran viajeros no residentes en España y el 39,9% (siete millones de personas) turistas nacionales.

Recuperar calidad

De ahí que recuperar ese tipo de turistas de más alto gasto es clave para el sector. Es más, el incremento de precios del sector ha sido posible gracias a “la fuerte recuperación de la demanda internacional que, junto con la demanda doméstica, colmó el mercado en muchos destinos turísticos españoles”, señala CaixaBank Research.De hecho, los índices de ocupación hotelera han superado el 80% en un tercio de los más de cien municipios turísticos que analiza el INE en su encuesta de ocupación hotelera.

Así, los precios de alojamiento del IPC se han situado más de un 17% por encima de los precios del verano de 2019 en una tendencia que se ha trasladado también a otros precios ligados al turismo, como la hostelería y el transporte aéreo.

Pese a ese encarecimiento generalizado, el comportamiento de los turistas que visitan España refleja -a noviembre pasado- una estancia media que sube el 1,5% respecto a noviembre de 2021 (2,8 pernoctaciones de media por cliente). Eso ha hecho crecer el 10,2% la ocupación hotelera hasta alcanzar una ratio del 49,9% en noviembre; con una ocupación en fines de semana que llega al 58,8% (+7,7%).

Artículos relacionados