El plan es­tra­té­gico de Iberdrola apor­tará 10.000 mi­llones al te­rri­torio hasta 2025

Iberdrola ratifica su apuesta en Euskadi mientras invierte más fuera de España

Ignacio Galán com­parte con Iñigo Urkullu su com­pro­miso eco­nó­mico y con el em­pleo

Torre Iberdrola, Bilbao.
Torre Iberdrola, Bilbao.

El pre­si­dente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el Lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, se han reunido al filo del fin de año para con­si­derar y ana­lizar el vi­gente plan es­tra­té­gico de la eléc­trica, que con­cen­trará las in­ver­siones en los países de más ex­pan­sión en los que se en­cuentra pre­senta la eléc­trica y que, en con­se­cuen­cia, las re­du­cirá en España en­tre, otras ra­zo­nes, por la ac­tual in­cer­ti­dumbre ju­rí­dica. Aún así, el plan di­rec­tivo de la com­pañía es­ta­blece una ex­cep­ción: el te­rri­torio vasco, donde man­tiene su sede so­cial.

La reducción en España de la inversión de la eléctrica guarda una relación estrecha con la nueva fiscalidad aplicada por el Gobierno de Sánchez a las grandes empresas mediante los denominados 'tributos de solidaridad'. Un punto donde Iberdrola ha vuelto a poner de manifiesto su insistencia en la necesidad de seguridad jurídica para antes de tomar decisiones sobre inversiones.

De lo hablado entre Galán y Urkullu se deduce, según fuentes del Ejecutivo vasco, que Euskadi será una excepción a juzgar por los l47.000 millones de euros que se invertirán, en el horizonte del nuevo plan estratégico, y que tendrán un impacto inducido de 10.000 millones entre compras, salarios e ingresos fiscales. Todo como parte de una hoja de ruta, hasta 2025, en la que desde Iberdrola se han fijado como objetivos el impulso de la transición energética, el empleo y la apuesta por las emisiones netas nulas.

Año intenso

A todo ello hay que añadir el año tan intenso que la compañía energética ha tenido en suelo vasco. Durante este 2022 a punto de concluir, la firma que dirige Ignacio Sánchez Galán se ha convertido en accionista de Basquevolt, ha dado todo un revulsivo al tren de hidrógeno de CAF y ha puesto sus miras de inversión en proyectos destacados en la eólica marina, amén de programas eólicos tan decisivos como el parque de Azazeta.

En estos últimos doce meses, además, la actividad de Iberdrola en la Comunidad Autónoma Vasca tuvo un impacto socioeconómico de más de 2.700 millones de euros (un 30% más que lo contabilizado en 2021), al que hay que que añadir compras y contrataciones a 600 proveedores vascos, por un valor de cerca de 1.700 millones de euros.

Comprometidos con Euskadi

Estas cifras refrendan, como recordó Galán en su reunión con el Lehendakari, el compromiso que la compañía vasca tiene con Euskadi, haciendo de esta uno de los motores más importante para su economía y el impulso de su empleo local.

“La actividad de Iberdrola en 2022 y nuestros planes a 2025 demuestran que la electrificación es una gran oportunidad para seguir haciendo del País Vasco un referente de desarrollo industrial, apertura al exterior, innovación y empleo de calidad. Iberdrola reafirma hoy su compromiso con el tejido industrial y la sociedad de Euskadi”, según declaró el presidente de la empresa energética con sede social en Bilbao.

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