El blog The End of The American Dream refleja en sus páginas el hecho de que si algo de esto sucediera en Europa, no tardará mucho en ser adoptado en los Estados Unidos. Y cita medios holandeses que aseguran que “el nuevo esquema implicará precios más altos en el surtidor: hasta 10,5 centavos por litro de gasolina y 12 centavos por diesel, según un estudio del Instituto de Investigación Climática de Potsdam”.
El objetivo de huella de carbono cero implica unas emisiones de dióxido de carbono netas iguales a cero, lo que se conseguirá neutralizando el gas liberado a la atmósfera con una cantidad igual retirada de la atmósfera o neutralizada a través de plantas.
“Según un destacado miembro del Parlamento Europeo, los nuevos impuestos directos al carbono sobre las personas forman parte del “paquete de legislación climática más grande jamás visto en la UE”, reproduce The End of The American Dream.
La UE va a imprimir un ritmo más poderoso en el camino hacia la economía verde y reniega de los agoreros que vaticinaban una marcha atrás en los objetivos hacia la economía libre de carbono. Como han señalado fuentes de la Comisión Europea, “las medidas son parte de un paquete de leyes climáticas.
Aumento de las emisiones
Antes de 2030, las emisiones de CO2 deben reducirse en un 55%. La industria europea, que ya tiene que hacer esto en parte, tendrá que hacer frente a costes de emisión más elevados, y las empresas de fuera de Europa pagarán sus emisiones en la frontera. El dinero recaudado con esto se puede gastar en planes climáticos”, indican fuentes de la Comisión.
El nuevo impuesto al carbono no se implementaría hasta el año 2027, pero mientras el gravamen espera ser implantado, existen otras medidas que van a caer como una losa sobre la economía. El diario digital norteamericano advierte sobre que muchas granjas se están cerrando.
“El gobierno de los Países Bajos está planeando realizar compras forzosas de 3000 granjas holandesas con la intención de cerrarlas para reducir las emisiones de nitrógeno a la mitad para cumplir con los objetivos climáticos del país. Hasta 11 200 granjas tendrán que cerrar , y otros 17 600 agricultores tendrán que reducir significativamente sus operaciones ganaderas para cumplir con estos objetivos draconianos”.
El plan llega en el peor momento, porque “los precios de los comestibles se están disparando y los líderes mundiales advierten sobre una crisis alimentaria que se avecina causada por las interrupciones en el suministro causadas por la guerra en Ucrania y el aumento de los costos de los insumos como resultado de la crisis energética”.