Ni la mejora operativa experimentada en los nueve primeros meses del ejercicio, con un crecimiento de los ingresos del 21 %, hasta los 587 millones, ni el sustancial recorte de las pérdidas desde los 28 a poco más de 14 millones de euros siguen sin convencer a unos operadores cada vez más descreídos con el sector de medios.
Las palabras de ánimo de Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, respecto a la mejora significativa en todos los indicadores clave del grupo no acaban de calar en un entorno económico de gran incertidumbre donde los ingresos por publicidad se pueden ver penalizados.
A ello se suma la ingente deuda del grupo. La deuda financiera neta a septiembre se elevaba a 915 millones de euros, frente a los 825 millones de diciembre de 2021 con una ratio de apalancamiento de 6,5 veces. Un exceso que Oughourlian se ha comprometido a corregir lo antes posible para que no siga siendo un condicionante en la estrategia futura del grupo.
Alternativas y subidas
Con el fin de reducir la deuda financiera y los costes asociados, la compañía está analizando distintas alternativas estratégicas, pero de momento sigue sin encontrar la solución. De hecho, el grupo ha optado por llevar próximamente a cabo una oferta pública de suscripción con derecho de suscripción preferente de los accionistas de obligaciones subordinadas necesariamente convertibles en acciones de nueva emisión de Prisa.
Este martes, tras el anuncio de su consejo de administración, Las acciones de PRISA experimentaron una ridícula revalorización del 3% (si se compara al desplome de más del 50% en el año). Aún así, los portavoces del grupo señalaron que "el mercado ha recibido de forma positiva el anuncio de esta emisión por parte de la compañía de medios y educación y las acciones han alcanzado al cierre los 0,2990 euros por título".
Una situación decepcionante, para los analistas más agudos, que sigue sin frenar la salida de accionistas, lo que le ha llevado a perder en las últimas sesiones incluso el nivel de los 0,28 euros que se supone es uno de sus últimos clavos ardiendo. Una complicación más, como se apunta en los foros, pues la necesidad de defender estas posiciones seguramente alentará a los especuladores.