BOLSA

Renta 4, sesgo defensivo

A ex­pensa de cómo vayan evo­lu­cio­nando el en­torno eco­nó­mico, los ana­listas de Renta 4 se de­cantan por un sesgo de­fen­sivo en renta va­riable en su Estrategia de Inversión para 2023. El es­ce­nario de­jado por el ac­tual ejer­cicio ha es­tado mar­cado por el fin del di­nero gratis y la barra libre de li­quidez por parte de los bancos cen­tra­les.

Ahora los tipos de interés se han adentrado en terreno restrictivo y cabe pensar a que no volverán a niveles neutrales -un 3 % para Estados Unidos y un 2 % para Europa- mientras la inflación siga sin converger hacia el objetivo del 2 %. Algo que Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4 Banco no cree que vaya a ocurrir hasta 2024.

Esta mayor presión de las políticas monetarias se dejará notar tanto en los datos de actividad económica como en los resultados empresariales. Factores que marcarán el camino de los mercados financieros en un futuro inmediato.

Tampoco conviene perder de vista, señalan en la firma, otros riesgos como el geopolítico, con el foco en Rusia-Ucrania y China-Taiwan; un tensionamiento de las políticas monetarias más intenso o rápido de lo previsto, ante una inflación que no ceda; una recesión intensa y duradera que se traduzca en una caída del beneficio por acción superior a lo previsto, rebrotes de Covid que impidan la reapertura china, o la elevada deuda de Japón, que supondría un riesgo en caso de cambio en su política monetaria ante el repunte de la inflación.

En referencia a los beneficios empresariales, el equipo de analistas estima que “tras el crecimiento de los BPAs en 2022, por la traslación a precios de venta de los mayores costes de producción, el deterioro cíclico (y consiguiente desaceleración de la demanda) presionará los márgenes a la baja y se deberían ver recortes en los beneficios por acción en 2023”.

En el escenario planteado, de menor apoyo monetario, los analistas de Renta 4 Banco recomiendan “ser muy selectivos en las inversiones de cara a 2023”. Por tipo de activos, consideran que la renta fija vuelve a ofrecer una rentabilidad atractiva, decantándose en el inicio de año por una mayor exposición al crédito corporativo de mayor calidad.

En lo que respecta a la renta variable, estos analistas son partidarios de comenzar el ejercicio con sesgo defensivo en la medida en que es previsible un incremento de la volatilidad a la espera de que finalicen las subidas de tipos de los Bancos Centrales y, con ello, se reste presión a los datos de actividad y beneficios, donde aún queda pendiente revisión a la baja.

El suelo definitivo en las bolsas llegará cuando se confirme una moderación sustancial en la inflación que permita a los Bancos Centrales pensar en volver a una posición neutral desde restrictiva, que posibilite una mejora de expectativas sobre el ciclo y los resultados empresariales. Conviene recordar que el ciclo bursátil adelanta al ciclo económico.

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