Todo apunta a que el fabricante de máquinas expendedoras y medios de pago cerrará el año con un balance muy positivo después de mejorar un 23 % su beneficio en el primer semestre, hasta los 6,6 millones de euros, tras alcanzar unas ventas de 77,8 millones de euros, un 18 %.
Este año, el grupo ha logrado además cerrar importantes adquisiciones que le permitirán reforzarse en sectores con un alto potencial. Entre ellas destaca la compra de Ascaso. La compañía ha pagado 17 millones de euros, más cuatro en variables, por el fabricante de máquinas de café tradicionales premium que impulsará su posicionamiento en este sector.
Razones suficientes para lograr la mayor valoración de su historia en el mercado. Sin embargo, los altos precios de las materias primas y el riesgo de recesión han enturbiado su panorama a corto plazo, obligando a sus accionistas a contener la euforia y a poner los pies en el suelo.
Tanto es así que, en las últimas semanas, el valor ha puesto a prueba en dos ocasiones el suelo de los 5,7 euros por acción. Nivel que ha demostrado ser un sólido soporte en ambas ocasiones. Una figura de doble suelo que, aunque un tanto desvirtuada, puede suponer un cambio en su actual fase bajista.
En cualquier caso, los analistas siguen resaltando el elevado atractivo del dividendo. La rentabilidad de la compañía se ha elevado este año a cera del 18 % gracias a su dividendo extraordinario, poniendo de manifiesto la sólida posición financiera del grupo y su especial cuidado por generar valor al accionista.