Una situación que contrasta con la fortaleza mostrada por sus cuentas gracias a sus iniciativas de transformación hacia nuevos productos y de diversificación geográfica. No en vano, los analistas de Renta 4 no han dudado de calificar de excelentes los resultados del grupo al superar con creces las estimaciones.
El beneficio al cierre de septiembre se ha elevado a 78 millones de euros, casi el doble que el contabilizado un año antes gracias al incremento del 31 % de las ventas, hasta los 1.417 millones de euros.
El grupo está demostrando así una gran solidez a la hora de genera caja, mientras mantiene su apalancamiento bajo control. La deuda financiera neta se ha elevado a los 756 millones de euros como consecuencia de la inversión de crecimiento inorgánico tras la reciente adquisición en el Reino Unido, pero ha conseguido reducir su ratio sobre Ebitda a 2,1 veces a la mejora continua del negocio con la incorporación de nuevos productos.
Estos han reportado unas ventas de 350 millones entre enero y septiembre y ya representan casi una cuarta parte de los ingresos totales. Todo ello acompañado de una notable diversificación geográfica. Unas cifras que le han permitido mejorar las previsiones del pago por dividendo para este ejercicio.
Motivos suficientes para que los analistas de Renta 4 hayan decidido no solo reiterar su recomendación de sobreponderar el valor con un precio objetivo de 1,04 euros, lo cual implica un potencial alcista del 40 %, sino además poner en revisión sus estimaciones con vistas a una posible mejora. Todo ello, sin embargo, sigue sin convencer del todo al mercado ante el miedo a los efector negativos de una posible entrada en recesión de algunas de las áreas donde opera.