Monitor de EE.UU.

Los demócratas amortiguan el golpe en las ‘midterms’ de Estados Unidos

Biden ase­gura que es “un buen día para la de­mo­cra­cia” y as­falta su ca­mino hacia 2024

Joe Biden
Joe Biden

Álvaro Escalonilla.- Las elec­ciones de mitad de man­dato en Estados Unidos, co­no­cidas como mid­term elec­tions, apun­taban hacia una vic­toria arro­lla­dora del Partido Republicano. El con­texto no podía ser más pro­picio en una vo­ta­ción que, his­tó­ri­ca­mente, tiende a per­ju­dicar al par­tido del pre­si­dente en ejer­ci­cio. En este caso, le to­caba a Joe Biden re­cibir el golpe de las ur­nas, pero las en­cuestas vol­vieron a mos­trar sus im­pre­ci­sio­nes.

Lejos de aprovechar la inflación desbocada, las elevadas tasas de delincuencia y la frágil apariencia de la Casa Blanca para sacar adelante su agenda, el GOP erró el tiro y desinfló sus expectativas.

Los analistas vaticinaban una “marea roja”, por el color característico del Partido Republicano, que arruinaría la segunda mitad del primer mandato de Biden. Los demócratas, sin embargo, demostraron tenacidad y mitigaron la derrota gracias, entre otros factores, al descontento de buena parte de la sociedad estadounidense con las formas y candidatos presentados por un GOP controlado por el expresidente Donald Trump. Los demócratas centraron el debate en la defensa de la democracia, una estrategia que, de nuevo, parece haber funcionado.

Pero los resultados no son ni mucho menos definitivos. La composición del Senado y la Cámara de Representantes es todavía una incógnita que no se resolverá hasta pasadas unas semanas. Lo único que quedó claro el pasado 8 de noviembre fue la profunda división de la sociedad estadounidense en materia de derechos civiles, economía o valores. Las dos Américas siguen sin reencontrarse dos años después del asalto mortal al Capitolio protagonizado por los seguidores de Trump.

El comienzo del recuento insufló ánimos al Partido Demócrata. Los primeros resultados prometían mantener la escueta mayoría en el Senado y frenar la sangría de votos en la Cámara de Representantes. Sin embargo, a medida que avanzaba el conteo, los republicanos recortaban distancias y ampliaban su diferencia en la Cámara baja. El partido del presidente Biden podría dar por perdido el Congreso, lo que amenaza directamente a su agenda legislativa.

Demócratas y republicanos empatan este jueves a 48 escaños en el Senado. Antes de las elecciones, cada uno controlaba 50 asientos, pero los demócratas contaban con la mayoría gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris. En la Cámara de Representantes, los republicanos aventajan a los demócratas con 206 escaños, a 12 de la mayoría, mientras que el Partido Demócrata se quedaría con 183 escaños, nueve menos que en 2020. En esta Cámara, los republicanos parten con una clara ventaja.

Las proyecciones de FiveThirtyEight, un blog especializado en encuestas y análisis político, sugieren que los demócratas son favoritos para mantener su ajustada mayoría en el Senado. “Tal y como están las cosas, el Senado contará con 48 demócratas, 47 republicanos y los ocupantes de cinco escaños aún no proyectados en Alaska, Arizona, Georgia, Nevada y Wisconsin”, anticipa el medio.

Buenos candidatos

Parte de la victoria en el Senado corresponde al vicegobernador demócrata John Fetterman, que dio la campanada en Pensilvania tras derrotar al candidato republicano Mehmet Oz en una carrera por suceder al senador, también republicano, Pat Toomey. Su triunfo ha destacado especialmente porque Fetterman, perteneciente al ala izquierda del partido, sufrió hace un año un derrame cerebral que le pasó factura durante el debate. No así en las urnas.

El futuro de la Cámara alta depende ahora de tres Estados: Arizona, Nevada y Georgia. En Arizona, el astronauta Mark Kelly aventaja en siete puntos porcentuales a su rival republicano Blake Masters con dos tercios de los votos contabilizados, pero el demócrata no tiene ni mucho menos la victoria asegurada en un Estado que generalmente se inclina por el GOP.

En Nevada, el candidato republicano Adam Laxalt va por delante de su adversaria demócrata Catherine Cortez Masto por una diferencia de tres puntos y con más del 80% de los votos escrutados. El escenario parece desfavorable, pero todavía falta por realizarse el recuento en el condado de Clark, en Las Vegas, y de los votos por correo. Aunque difícil, aún cuenta con serias opciones.

Pero todas las miradas están puestas en Georgia, donde el senador demócrata Raphael Warnock y el republicano Herschel Walker empatan con el 49% de los votos. Un tercer candidato de corte libertario capitaliza el 2% restante, lo que impide que uno u otro alcancen la mayoría absoluta. Así las cosas, la votación irá a una segunda vuelta prevista para el próximo 6 de diciembre. No es la primera vez que ocurre algo similar. Georgia ha presenciad 11 segundas vueltas desde la década de los sesenta. En este Estado, la tendencia histórica ha favorecido a los republicanos.

Biden, camino a la reelección

“Es un buen día para la democracia y para Estados Unidos”, declaró un sonriente Biden en la noche del miércoles durante una comparecencia de prensa tras la revelación de los primeros resultados. El inquilino de la Casa Blanca, que había advertido en campaña electoral que el sistema democrático estaba en riesgo en estas elecciones, llamó uno por uno a sus candidatos, a quienes agradeció los esfuerzos y felicitó por las victorias. Esperaba una resaca electoral mucho más sombría.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escucha al gobernador de Florida, Ron DeSantis, hablar sobre la respuesta al coronavirus durante una reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 28 de abril de 2020 Biden adelantó que planea presentarse a la reelección en 2024, pero dice no haber tomado una decisión definitiva.

Resolverá la duda a principios del curso que viene, aunque parece que el hecho de haber obtenido los mejores resultados en unas elecciones de mitad de mandato para el presidente en ejercicio durante las dos últimas décadas ha insuflado ánimos al líder demócrata y los miembros de su Administración. El presidente cumple 80 años el próximo 20 de noviembre.

Quien no ha corrido la misma suerte ha sido Donald Trump, quizá el principal damnificado. La mayoría de los candidatos designados por el expresidente salieron derrotados. Incluso los comentaristas de Fox News atribuyeron a Trump el desempeño general del Partido Republicano. La otra cara de la moneda en el seno del GOP fue el gobernador de Florida Ron DeSantis, que consiguió la reelección en Florida por una diferencia de 19 puntos. El resultado le introduce en la carrera por el liderazgo republicano de cara a 2024.

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