En cualquier caso, siempre es importante que presente unas positivas cuentas de resultados, tal y como la lograda al cierre de su primer semestre.
La compañía ha ganado 194 millones de euros entre enero y junio, un 59 % más respecto a las ganancias de 122 millones de euros obtenidas un año antes. En este período, invirtió 185 millones de euros y realizó desinversiones por valor de 148 millones, reduciendo su posición de tesorería a 128 millones de euros. Este descenso, sin embargo, podría lastrar el dividendo a repartir.
Durante el semestre se ha observado además como el descuento entre el precio y el valor de los activos se estrechaba un 6 % adicional, reduciendo a su vez el atractivo de la acción. Algo que habría contribuido a la caída de la cotización de Alba en las últimas semanas.
En apenas tres meses la acción del grupo ha pasado de marcar máximos absolutos en 56,46 euros por acción a deslizarse hasta los 44,7 euros en la actualidad. Una caída del 15 % que ha llevado al valor a cotizar en negativo en el cómputo global del año.
Estos ajustes, sin embargo, pueden ser un aliciente para volver a entrar en el valor con fuerza, según los analistas. La caída ha servido para mejorar relativamente su PER, algo excesivo, y hacer más atractivo el pago por dividendo. Todo ello a expensas de que no se cumplan los peores temores de la recesión sobre el mercado y sus participadas.