La separación de los cargos de presidente y del CEO es una genérica reclamación de los fondos de inversión de las principales compañías en las que participan en todo el mundo. En Iberdrola, la aceptación de esta solicitud se ha retrasado algún tiempo como consecuencia de la imputación de Ignacio Galán en el tortuoso caso del comisario Vilalrejo, que fue contratado en su día por la eléctrica.
La desimputación de Galán en el proceso de supuesto espionaje llevado a cabo por el ex comisario de Policía en varias empresas españolas ha permitido ahora realizar la separación de funciones y alejar la sospecha de que una cosa iba vinculada a la otra, que no es el caso.
Según la nota enviada a la CNMV, Martínez ha sido nombrado consejero de Iberdrola, con la calificación de ejecutivo, por el procedimiento de cooptación y a propuesta de la Comisión de Nombramientos.
Cubre así la vacante por el cese de Francisco Martínez Córcoles en su cargo de consejero, que ha puesto su puesto a disposición del consejo para facilitar los cambios en la gobernanza de la sociedad.