El nuevo proyecto cuenta con el inconveniente de que su construcción se prolongará entre seis y siete años. El objetivo de este proyecto no es solo el transporte de gas, que constituye la necesidad actual. Esta conducción servirá para el traslado del denominado hidrógeno verde, uno de los materiales fundamentales para la transición hacia la economía sostenible, como pretende la Unión Europea.
El BarMar será un hidroducto por el que circulará el hidrógeno, considerado el elemento químico fundamental en el camino hacia la economía verde. El hidrógeno es el elemento más abundante en el universo, con una presencia del 75% en la materia. Se ha utilizado durante siglos en las industrias química o metalúrgica. El inconveniente que tiene es que se presenta en combinación con otros elementos, por lo que hay que fabricarlo.
El hidrógeno es incoloro en los dos estados en que se presenta, gaseoso o líquido. En la transición energética se habla de hidrógeno verde, pero en realidad existen cuatro tipos de este elemento, según las condiciones de producción y las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se encuentran asociadas a su producción, tanto de forma directa como indirecta. Junto al verde, existe también el nitrógeno gris, el azul y el turquesa.
Energías renovables
El hidrógeno verde se produce a partir de fuentes de energía renovables, por medio del proceso de la electrólisis, que descompone el agua en sus dos componentes, el oxígeno y el hidrógeno. También se puede obtener a través de gasificación, fermentación de biomasa y reformación de biogás. La ventaja de este tipo de hidrógeno es que su elaboración no genera dióxido de carbono, aunque el proceso resulta costoso.
El hidrógeno turquesa se elabora mediante pirolisis de metano, que descompone este material en carbono sólido e hidrógeno. El proceso no genera CO2 siempre que el calor necesario para el proceso provenga de energías renovables. El turquesa tiene la ventaja de que el carbono se puede reutilizar.
Hidrógeno gris es aquél que se fabrica con combustibles fósiles. El proceso habitual es el que convierte gas natural en hidrógeno y dióxido de carbono. Este es el gran inconveniente de este proceso, que, por el contrario, permite una producción económica de grandes cantidades de hidrógeno.
El hidrógeno azul es como el gris, pero en este proceso, el dióxido de carbono se almacena bajo tierra o se utiliza en labores industriales. Es una energía barata y que no contamina.
En los últimos días se ha producido un gran atasco de barcos metaneros, que transportan gas a Europa, del que ha tenido mucho que ver las benignas condiciones climatológicas, así como la decisión de todos los países de incrementar sus reservas de gas hasta niveles cercanos al 100%.