Además, ha sido uno de los valores que mejor han logrado capear el temporal financiero de septiembre ante los tambores de recesión.
Una fortaleza contra viento y marea que refleja una muy buena gestión de los problemas. No en balde, el grupo logístico ha tenido que hacer frente este año a un parón del transporte y a un constante aumento de los precios del combustible, con un impacto directo en su modelo de negocio.
En este complicado entorno, todo apunta a que, a la espera de las cuentas finales, el grupo ha cerrado su ejercicio fiscal con un sólido crecimiento en un ejercicio marcado por la venta de activos no estratégicos, que le han generado importantes plusvalías, y la adquisición de empresas que refuerzan su actividad de transporte refrigerado.
Esta capacidad de la compañía para desenvolverse en un escenario geopolítico y económico complejo y sumamente retador sería uno de los aspectos que más se estaría valorando en el mercado junto a su estrategia basada en la búsqueda de buenas oportunidades. En este sentido, se espera que el grupo siga creciendo vía adquisiciones en su nuevo año fiscal.
Entre las pocas casas de análisis que siguen al valor destaca la reciente valoración, a comienzos del pasado verano, de Société Générale. La firma francesa tiene fijado un precio objetivo de 22 euros por acción, lo cual supone un potencial de revalorización del orden del 15 % desde su actual cotización de mercado que deberá sumar al avance aumulado en el año.
Esta vez, los analistas técnicos parecen coincidir con esta proyección. Tras el rebote experimentado en las últimas semanas, ha recuperado su perfil alcista que apunta a la recuperación y superación de sus máximos absolutos sobre los 20 euros registrados en agosto.