La ac­ción ha caído de 21 euros a 14 euros en menos de seis me­ses, cas­ti­gada por Ucrania

Los analistas consiguen penalizar a Enagás, que se encuentra en niveles críticos

La per­ma­nencia de la ga­sista en un sector re­gu­lado no le fa­vo­rece en un clima de subida de pre­cios

Enagás.
Enagás.

El estar en un sector re­gu­lado y quedar exenta de los im­puestos a los be­ne­fi­cios caídos del cielo no le está sir­viendo a Enagás para eludir la ac­tual crisis eco­nó­mica y fi­nan­ciera. También pa­rece estar ca­yendo en saco roto su in­tensa ac­ti­vidad en los úl­timos meses para al­canzar acuerdos de dis­tri­bu­ción y bús­queda de pro­yectos con los países del área me­di­te­rránea en medio de un in­vierno tor­men­toso con ame­nazas de cortes de ener­gía. La ac­ción se hunde y a mar­chas for­za­das. Esta se­mana ha sido es­pe­cial­mente vi­ru­lenta.

Aunque las probabilidades de restricciones de gas en España son realmente bajas, es un temor que el mercado no acaba de sacudirse ante el posible impacto en la compañía. En este escenario, los analistas de Citigroup han recortado recientemente de forma drástica su valoración hasta los 11 euros por acción, con recomendación de vender.

Dicha valoración supone una caída adicional de cerca de otro 30% desde su actual cotización de mercado en torno a los 14,5 euros por acción. El banco de inversión americano apunta a que Enagás tendrá difícil mantener su elevado dividendo. Este es el principal atractivo de la compañía en un mercado tan complejo como el actual, lo que justifica su pesimista visión sobre el valor.

A ello se suma una fuerte presión bajista de los grandes fondos especulativos. Blackrock controla un corto sobre el 0,97 % del capital y Covalis Capital mantiene una posición bajista que supera el 1 %. El total de las posiciones a corto superan en la actualidad el 5 % del capital, según la CNMV, que están ejerciendo una fuerte presión sobre el valor.

Todo ello ha llevado a la cotización de Enagás a perder la referencia técnica de los 15 euros por acción. De no recuperarla pronto, y no parece que vaya a ser así, corre el riesgo de acentuar su caída hacia los mínimos de 2020, en lo peor de la pandemia.

Una percepción que contrasta con la visión de Berenberg. La firma alemana de análisis fijó el pasado mes de agosto un precio objetivo de 22 euros por acción gracias a la capacidad de resilencia del gestor de los gaseoductos españoles. Pero lo cierto es que, ahora, el valor se está moviendo en niveles muy críticos.

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