El cre­ci­miento en 2023 vendrá de la mano de la cons­truc­ción y el sector ser­vi­cios

La industria vasca entrará en el 2024 en una profunda recesión

No se trata de una si­tua­ción ex­trema, pero sí de un shock eco­nó­mico grave y du­ra­dero

Industria
Industria

Todavía quedan meses hasta que se inicie 2023 y más que co­mience el 2024, pero las pre­vi­siones de ex­pertos y or­ga­nismos ofi­ciales pa­rece que están bas­tantes claras en el sector de la in­dus­tria vasca, que abrirá en doce meses un largo pe­riodo de re­ce­sión. Un co­mienzo que, ade­más, se ca­rac­te­ri­zará por un au­mento de la po­bla­ción en des­em­pleo y un hun­di­miento del sector pri­ma­rio. Un “shock eco­nó­mico” que ni el Gobierno vasco quiere ad­mitir pese a los datos irre­fu­ta­bles que ya exis­ten.

Eso sí, desde el Ejecutivo que preside Iñigo Urkullu, han querido hacer un llamamiento a la calma en este sentido. Si bien, no se trata como tal de una recesión en el más estricto sentido de la palabra, algo que por otro lado no descartan al 100% si la situación fuese todavía a peor, sí que se producirá un llamativo “shock económico” como lo han denominado y donde entrarían en juego diversos factores clave.

Es el caso de la inflación, pasando por el hundimiento de las actividades del sector primario, el aumento del desempleo, la rebaja del consumo, la caída de las exportaciones, así como la subida de los tipos de interés entre otros condicionantes nada halagüeños y que han hecho que desde el departamento vasco de Economía y Hacienda auguren un crecimiento que se ha reducido a la mitad desde el estallido de esta hecatombe económica.

¿Cómo será el 2023?

A falta de unos meses para el inicio de un nuevo año, este departamento del Gobierno Vasco ya pone sobre la mesa cómo serán los siguientes doce meses del calendario que arrancarán el próximo 1 de enero. En este sentido y pese a que se habla de una creación de más de 10.000 puestos de empleo, esto no quitará para que en el tercer trimestre del 2023 la tasa de paro suba en un 0,3%, al mismo tiempo que la industria vasca, pieza angular de la economía de Euskadi, llegue a finales del año próximo en situación de recesión.

Así las cosas, el PIB industrial se contraerá un 0,3% entre los meses de julio, agosto y septiembre y algo más (hasta un 0,5%) en el último trimestre de 2023. Con datos así, es de esperar que el motor de la economía vasca quede tocado y cierre el próximo año con un balance de crecimiento menor a lo esperado antes que del estallido de la guerra entre Ucrania y Rusia, la crisis energética… Aún y con todo, la economía del País Vasco crecerá algo más de un 2%, pero no gracias a la industria como es lógico, sino gracias a la construcción y al sector servicios.

Todavía habrá que ver si realmente este escenario se cumple según las previsiones anunciadas. Todo dependerá en los siguientes meses de la evolución de los precios y la inflación, por lo que desde el departamento que dirige Pedro Azpiazu se confía en que el IPC haya tocado techo con el porcentaje del 10,3% alcanzado en Euskadi en el pasado mes de agosto. Eso sí, si la crisis energética se encalla y se agudiza todavía más, esas previsiones incluso podrían revisarse… a peor.

Artículos relacionados