Esta es la tercera vez que la compañía ajustas sus previsiones financieras en menos de un año. El aumento de los precios de la energía, los problemas en la cadena de suministros y los mayores costes relacionados con su nueva generación de turbinas terrestres están comprometiendo su capacidad de crecimiento.
A ello se ha sumado la suspensión de algunos grandes proyectos por parte de sus clientes. Una tormenta perfecta que ha hundido la cotización de Siemens Gamesa en más de un 20% en este primer mes del año.
Su matriz Siemens Energy tampoco se ha librado de este empeoramiento de la perspectiva financiera y su cotización también se ha resentido en las últimas semanas. Todo ello le ha hecho perder la confianza de los analistas, desatando una oleada de recomendaciones negativas.
En medio de estas turbulencias, en los mercados se ha empezado a especular con una posible integración total de Siemens Gamesa por parte de su matriz. El grupo alemán ya controla el 67% del capital de la cotizada española, cuya capitalización en Bolsa ronda los 11.500 millones después de los últimos rebotes.
La toma de control absoluto serviría para excluir el valor de Bolsa con el fin de evitar sus vaivenes y además aportaría nuevas sinergias y reducción de costes. Algunos incluso han fijado ya el precio que podría estar en torno a los 21 euros por acción, un 25% por encima de su precio actual, en una operación que podría rondar los 4.000 millones de euros.
De momento, estas especulaciones han logrado frenar la presión vendedora sobre el valor. Después de perder más de un 14% el viernes pasado, las acciones de Siemens Gamesa se han tomado un respiro y han recuperado un 3% para situarse de nuevo en puertas de los 17 euros por acción.