No en vano, el valor ha pasado de los máximos sobre los 61 euros por acción a mediados del pasado verano hasta los 44 euros en la actualidad. Y no se trata de una simple recogida de beneficios como apuntaban inicialmente los analistas.
Su deterioro se está acentuando en este arranque del ejercicio donde lidera las caídas del mercado continuo con un retroceso de casi un 15% en poco más de una semana. En este retroceso, el valor ha configurado un perfil técnico netamente bajista que le ha llevado a poner en riesgo importantes zonas de soporte.
Ni siquiera el apoyo de los grandes operadores está logrando contener el incesante goteo vendedor. De las más de diez casas de análisis que siguen al valor, la gran mayoría sigue recomendando comprar o sobreponderar.
A finales del pasado año, además, el fondo de inversión estadounidense BlackRock elevó su participación en Cellnex en cera de un 0,2% con una inversión de 60 millones de euros hasta alcanzar un 5,2%. El fondo estadounidense ha reforzado así su posición como tercer mayor accionista de la empresa de redes de infraestructuras.
La finalización del programa de recompra de acciones anticipada al pasado mes de noviembre, una vez cumplidos los objetivos fijados, tampoco está ayudando al dejar un importante vacío por el que se están colando las posiciones bajistas que controlan algo más del 8,5% del capital de la compañía en la actualidad.