GESTIÓN DE RIESGOS

Las pymes, abocadas a un cambio profundo ante la desaparición del dinero

El cierre de ofi­cinas ban­ca­rias ha de­jado a 1,3 mi­llones de per­sonas en di­fi­cul­tades para ob­tener efec­tivo

Dinero en efectivo.
Dinero en efectivo.

El di­nero en efec­tivo va ca­mino de des­apa­recer por com­pleto en menos de una dé­cada. Al me­nos, así lo creen tres de cada cuatro em­presas es­paño­las, según el Informe Europeo de Pagos 2021 ela­bo­rado por Intrum, com­pañía de ges­tión de im­pa­gos. Un pro­ceso ace­le­rado por la pan­de­mia, en opi­nión del 46% de las so­cie­dades con­sul­ta­das.

Esta idea se ve confirmada por los cambios en los hábitos de consumo, con un fuerte incremento de las compras por Internet, unido a la progresiva disminución de los puntos de acceso a efectivo.

En este sentido, un reciente informe del Banco de España refleja que el número de oficinas bancarias se ha reducido casi a la mitad en la última década. El cierre de oficinas bancarias ha dejado a 1,3 millones de personas en dificultades para obtener dinero físico. Una tendencia que todo apunta se mantendrá en los próximos años.

Tal es así que, señala el Informe Europeo de Pagos, un mundo sin efectivo podría estar más cerca que nunca. Según los datos de este estudio, el 75% de las entidades españolas cree que, en diez años como máximo, nos encontraremos con un mercado donde el dinero físico apenas tenga presencia. En concreto, el 5% opina que esto ocurrirá en los próximos dos años, el 12% en cinco años y el 58% en diez años. El 25% restante prevé que más adelante o nunca.

Según el informe de Intrum, el 50% de las compañías españolas creen que las pequeñas empresas tendrían dificultades para sobrevivir en caso de que llegue esta realidad. Los consumidores han cambiado su comportamiento de pago en los últimos años y, ahora, muchos prefieren realizar sus compras a partir de herramientas y métodos digitales.

Desde una perspectiva más global, se puede concluir que la creencia de la desaparición del dinero en efectivo durante la próxima década es generalizada en los 29 países europeos analizados para este estudio. Especialmente en Rumanía (82%), Bulgaria (81%) o Alemania (79%), donde un alto porcentaje de empresas realizan esta estimación.

Por su parte, la media europea sería similar al porcentaje español y al de regiones como Reino Unido (también 75%), y muy cercano a las cifras obtenidas en Francia (76%) o Italia (77%). Por debajo del ranking quedarían países como Croacia (68%), Bosnia (71%) o Portugal (72%).

A raíz de la crisis sanitaria, un gran número de entidades ha optado por reforzar sus herramientas de pago vía online para facilitar la adquisición de productos o servicios a sus clientes, mitigando así el riesgo de caída de la demanda. Esto ha acelerado, tal y como opina el 46% de las empresas españolas, la llegada de una sociedad sin efectivo.

La transición del efectivo al dinero digital parece un hecho. Sin embargo, tiene sus pros y sus contras. Aunque su llegada podría suponer grandes beneficios, como el ahorro de costes, la facilidad en la gestión financiera o la reducción de la huella medioambiental por el ahorro de recursos y gasto de papel, también traería otras muchas consecuencias negativas. Entre ellas, el incremento del ciberdelito, el gasto excesivo, el aumento de la exclusión social o, en el caso de las empresas, una mayor amenaza para los minoristas.

Este último punto es una de las grandes preocupaciones manifestadas en el presente estudio de Intrum. Y es que, una de cada dos entidades españolas encuestadas cree con que las pequeñas organizaciones tendrían dificultades para sobrevivir si no pueden hacer negocios con monedas y billetes físicos.

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