En concreto, el laboratorio español. ha firmado la licencia de su producto estrella bilastina a la compañía Hikma Specialty para los Estados Unidos. Según el acuerdo, esta compañía actuará como agente de Faes Farma en la tramitación de la solicitud de registro en el país y, eventualmente superada la aprobación, asumirá la promoción y comercialización.
La cotizada española recibirá pagos a la firma del acuerdo por un valor neto de 3,5 millones de dólares, además de royalties de doble dígito y diversos pagos por hitos como la aprobación del producto, su lanzamiento y objetivos de ventas.
Hikma es actualmente licenciatario de Faes Farma para bilastina en 15 países de Oriente Medio y África. Cuenta con más de 2.000 empleados en Estados Unidos y una notable presencia en medicamentos innovadores de marca, así como en inyectables y genéricos.
La firma de este acuerdo supone un nuevo impulso al negocio de bilastina y permite al fin completar la geografía de las licencias del fármaco a prácticamente todos los principales territorios del mundo. Al respecto, Faes también ha comunicado la reciente aprobación regulatoria de este fármaco lograda en Australia, el sexto mayor mercado mundial con un potencial de 125 millones de euros.
El grupo español prevé presentar la solicitud oficial de registro en China a final de este año o primeros meses de 2022. Estos avances permitirán que bilastina, con una facturación total de 290 millones de euros el año pasado, pueda seguir escalando hacia una de las primeras posiciones en su grupo terapéutico en el mundo. Un reflejo, asegura Faes, de la calidad del producto de investigación desarrollado en sus laboratorios.
Si se confirman estas excelentes perspectivas, el valor podría salir de la soporífera dinámica lateral bajista en la que se encuentra inmerso en los últimos meses. Desde los máximos del año a mediados de enero en 3,9 euros por acción, el valor no ha dejado de sufrir un desesperante goteo vendedor hasta los 3,3 euros.
Aunque los resultados del primer semestre han sido relativamente buenos en beneficios, el mercado no está totalmente convencido de su capacidad de crecimiento preocupado por el frenazo de sus ingresos en los últimos años. Algo que puede cambiar con este producto, aprobado ya en 121 países, para el tratamiento de la rinoconjuntivitis alérgica estacional y la urticaria espontánea crónica en adultos y niños.