Para ello, el principal fabricante de aviones del mundo ha alcanzado un acuerdo con Air New Zealand con el fin de investigar de forma conjunta la viabilidad de operar un avión impulsado por hidrógeno antes del 2030.
Una vuelta de tuerca más a los esfuerzos realizados por Airbus en los últimos años por alcanzar este objetivo. No en vano el consorcio aéreo europeo lleva tiempo explorando nuevos conceptos de aeronaves alimentadas por el gas. Este sería el cuarto en cartera.
El grupo espera que este acuerdo para el estudio conjunto del hidrógeno como combustible le ayudará a entender los desafíos prácticos de poner en servicio un avión impulsado por esta fuente de energía renovable. Air New Zealand evaluará el posible impacto que una aeronave así tendría en su red, sus operaciones e infraestructura.
La aerolínea neozelandesa ya aseguró este mes en una conferencia de aviación la intención de tener en su flota un avión denominado de carbono cero para 2030, probablemente para mercancías, y para ello está explorando distintas opciones tanto con hidrógeno como con energía eléctrica al menos en sus rutas de corto recorrido. Para rutas de largo radio, la aerolínea también está analizando otros combustibles con menores emisiones de carbono a los actuales.
Mientras los gobiernos relanzan los esfuerzos para cumplir los objetivos de reducción de emisiones de carbono, las industrias del transporte, y la aviación en particular, probablemente afronten una mayor presión de los inversores, los reguladores y sus clientes para rebajar la dependencia de combustibles fósiles.
Con el desarrollo de estas energías limpias para sus aviones, Airbus pretende consolidar el liderazgo del sector tras los problemas sufridos en los últimos años por su competidor americano Boeing. Una muy buena perspectiva que ha puesto su cotización rumbo de nuevo hacia los máximos en cerca de 140 euros a principios de 2020.
Su principal obstáculo en esta meta se encuentra en las inmediaciones de los 118 euros por acción, pero los expertos técnicos no creen que vaya a ser una resistencia demasiado fuerte siempre y cuando se confirme la recuperación de la economía y del sector.