Es la respuesta inmediata, que proseguirá seguramente, al recorte en forma de devolución de 2.600 millones euros de una parte de los beneficios extraordinarios que el sector obtiene de las centrales de generación. La Bolsa ha disparado el volumen de contratación hasta casi millones de euros entre el martes y el miércoles. Una cifra extraordinaria que mide bien el miedo que se ha generado en la comunidad inversora..
La cifra media supera en alrededor del 75% la de las dos sesiones inmediatamente anteriores, cuando el sector ya estaba en situación de alerta máxima a la espera de la resolución del Gobierno. Por más que estuviera descontada una medida dura como la que finalmente ha decidido, son muchos los gestores que han decidido irse con la música a otra parte. De momento, hay demasiado ruido alrededor de un sector clave para la Bolsa española.
Este miércoles, con las cotizaciones cayendo a plomo en plena catarata de ventas de las eléctricas (Endesa e Iberdrola perdieron en torno al 6% de su valor), el intercambio de acciones fue de 500 mllones de euros. Superó por lo tanto los niveles ya elevadísimos del martes, cuando vendedores y compradores se intercambios títulos por valor de otros 390 millones de euros. La actividad es por lo tanto de una intensidad extraordinaria.
"Estamos viendo una salida continua de inversores desde hace ya varias semanas. Los casi 900 millones negociados en 48 horas son sólo el episodio de mayor presión vendedora de un período muy largo ya de depresión de las eléctricas en bolsa", señalan fuentes bursátiles que recuerdan que el índice Ibex 35 Energía ha bajado en ocho de las nueve últimas sesiones. Lo peor es que no da demasiadas señales de vida a pesar de que las valoraciones están por lo suelos.
El gran pero a una potencial entrada de inversores aprovechando precios teóricamente atractivos es la incertidumbre política y regulatoria. Desde el entorno de las grandes gestoras se explica que "el Gobierno español es imprevisible" y aseguran que no es el momento de asumir riesgos porque el enfrentamiento entre el Ejecutivo y las eléctricas va a subir de intensidad estos días. Hay batalla y nada asusta más al dinero que el ruido de sables.
Batalla legal importante
Queda claro que viene una batalla legal de importantes dimensiones. La amenaza de cierre de las centrales nucleares puede ser sólo el primer capítulo. "Es inaudito un enfrentamiento de esta índole entre un gobierno y un sector estratégico en una gran economía europea. Hablamos de que hay en juego 2.600 millones de euros que cambian las expectativas en bolsa de las empresas afectadas. De alguna forma eso va a seguir pasando factura", señalan en una gran gestora internacional.
Fuentes bursátiles creen que, aunque a menor ritmo, los vendedores pueden seguir marcando el ritmo en las próximas semanas si la batalla -como todo parece indicar- se recrudece. La sesión de este miércoles no ha podido ser más demostrativa de hasta qué punto muchos inversores están tirando la toalla. El índice de energía cayó un 2,7%, más que doblando la caída del día anterior, cuando se dejó en el camino un 1,2% con las medidas del Gobierno bien calentitas.
"A medida que se analiza más en profundidad el calado del hachazo del Gobierno y la guerra que viene por delante, más crece el ritmo de venta de acciones de eléctricas. En cierto modo, se puede decir que una buena parte de los inversores están claudicando. No es el momento de coger el cuchillo cuanto está en plena caída. De momento toca ser muy cauto y esperar acontecimientos", señalan en una gran casa de bolsa anglosajona.