Las impurezas detectadas en los viales han provocado el bloqueo por precaución de 1,63 millones de dosis que iban a ser utilizadas. Algunas de ellas ya se habían inoculado. Aunque el ministerio responsable de Japón ha mostrado su intención de seguir contando con los suministros de Moderna procedentes de España, principal proveedor del país asiático de la vacuna de la farmacéutica estadounidense, ha abierto una investigación para determinar las causas y dirimir responsabilidades.
En un primer momento, el país asiático aseguró no haber detectado ningún problema de salud en pacientes relacionado con ese lote de vacunas. Takeda Pharmaceutical, la empresa encargada de la distribución en Japón, sin embargo, ha reconocido que en las últimas horas han fallecido dos personas que habían sido inoculadas con el citado lote.
De momento, no hay evidencias de que estas muertes hayan sido provocadas por la vacuna. En cualquier caso, está en curso una investigación formal para establecer si existe alguna conexión.
En este sentido, Rovi ha insistido en que, la detección de partículas en algunos viales de lotes de producto distribuidos en Japón está en pleno proceso de investigación por parte del grupo, en coordinación con Moderna, Takeda y las autoridades sanitarias.
El laboratorio español ha asegurado que continuará colaborando proactivamente en la investigación de esta cuestión, a la espera de su finalización y de la publicación de las conclusiones por parte de Moderna y Takeda.
La investigación por la detección de partículas anómalas afecta a un lote del producto "distribuido exclusivamente en Japón", ha asegurad Rovi."El origen de la incidencia en la fabricación podría estar en una de las líneas de producción del laboratorio farmacéutico español que está trabajando para aportar toda la información y colaboración que permita avanzar en la investigación.
La mayoría de los lotes bloqueados se había distribuido ya en centros de vacunación masiva de Japón, empresas y otros organismos a cargo de la inoculación, y una parte de las vacunas había sido ya empleada en pacientes. Las autoridades niponas conservan por ahora los lotes en cuestión a la espera de los resultados de la investigación, para determinar si podrían usarse o si conllevarían algún riesgo sanitario.
El jueves pasado, la cotización de Rovi se desplomó un 13%, su mayor caída diaria desde que cotiza en Bolsa. Sin embargo, este triste récord se ha superado este lunes al sufrir pérdidas del orden del 20%. Su cotización ha pasado así de los máximos absolutos del 23 de agosto a poco más de 45 euros una semana después.
A los accionistas de grupo solo les queda esperar ahora que la contaminación sea inocua y no sea la causante de ninguna muerte y que las investigaciones sirvan para despejar dudas y evite que algo así vuelva a suceder. En caso contrario, su cotización se podría ir incluso por debajo de los 25 euros. Nivel previo al que cotizaba cuando alcanzó el acuerdo para fabricar y distribuir las vacunas de Moderna.
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