¿Qué está cambiando? "Estamos en pleno proceso de recuperación económica. Es verdad que las cifras no son todavía como para cantar victoria, pero respecto al último trimestre del año pasado y el primero de 2021 se han producido un cambio sustancial. Muchas empresas empiezan a estar en una posición mucho más saneada y los bancos abren la mano inmediatamente a la hora de prestar. El cambio en el segundo trimestre fue grande", señalan en fuentes bancarias.
Frente a los cerca de 68.000 millones de euros prestados a las empresas en el primer trimestre, la banca ha puesto sobre la mesa cerca de 80.000 millones en el segundo. Una diferencia muy sustancial que tiene que ver con la confianza en el futuro más inmediato y con la mayor relajación de la banca, que durante toda la pandemia aplicó criterios de concesión muy estrictos que ahora empieza a rebajar. Como consecuencia, el ritmo de concesión empieza a recuperar la velocidad de crucero.
No obstante, será muy difícil que este año se recupere el ritmo previo a la pandemia (348.383 millones de euros en 2019) y el del ejercicio pasado, cuando la banca abrió el grifo de los préstamos blandos para aliviar la crisis de liquidez de las empresas por el parón provocado por el Covid 2019 y les puso en la mano más de 357.000 millones de euros. Siguiendo la progresión del primer trimestre, este año la cifra total se situaría en torno a los 300.000 millones, la más baja en mucho tiempo. Pero la sensación es que la recuperación del crédito continuará en la segunda parte del año.
Brotes verdes en camino
Es incuestionable que los brotes verdes ya están aquí. Bancos y empresas dan por hecho que lo peor de la pandemia ya ha pasado y poco a poco su relación va recobrando la normalidad. Es un fenómeno muy parecido al que ya ocurre en otros negocios como el inmobiliario o el del capital riesgo, en los que el aumento de la visibilidad ha devuelto los niveles de actividad a parámetros normales que son clave para el relanzamiento económico.
La generosidad de los bancos también se traslada a la oferta de depósitos a empresas. Junio marca un auténtico punto de inflexión, porque después de cinco meses de rentabilidades negativas entre el -0,13% y el -0,30%, los bancos están ofreciendo un 0,20% en los productos hasta un año. Es en este período en el que se concentra el grueso de la demanda de las empresas, que huyen del problema de la iliquidez que representan los plazos más largos.
"Este repunte puede obedecer a ofertas puntuales de entidades que necesitan recabar liquidez para este verano, pero la verdad es que los mínimos del -0,30% que estaban cobrando los bancos a las empresas se empiezan a quedar lejos en el calendario, porque ya se venía viendo una recuperación desde el mes de abril. Hay que ver si se consolidan los tipos positivos, pero creo que el movimiento de junio contribuye a la reactivación general de la confianza", señalan fuentes financieras.
Las rentabilidades positivas también se mantienen en los depósitos entre uno y dos años y a más de 24 meses, con repuntes también espectaculares. En el primero de esos plazos, alcanzó en junio el 1,16%, un nivel no visto en muchos meses, mientras que en el segundo repuntó hasta el 0,90% frente al modestísimo 0,03% del mes de mayo anterior. A la espera de que los datos tengan continuidad, la banca ha dado la alegría del año a las empresas en junio.