Smart Driving, desarrollado por el grupo logístico Sesé en colaboración con el Instituto Tecnológico de Aragón (Itainnova) dio resultados desde el principio: la empresa aumentó su productividad en un 7% con su implementación, gracias a la mejora de la eficiencia en el transporte. La receta es, sobre el papel, sencilla: aplicar un filtrado tecnológico a la experiencia humana.
Funcionamiento, básico
El programa utiliza los datos de viaje de los camiones de la compañía para elaborar un filtrado de información mediante protocolos de big data, que posteriormente refina para elaborar rutas, caminos alternativos, puntos de referencia y paradas recomendadas.
El sistema es, en esencia, un asistente que facilita la toma de decisiones en entornos de gestión de más de 100 vehículos, gracias a la gestión en tiempo real de una ingente cantidad de datos de telemetría (velocidad, posición, consumo de combustible, etc.).
Los plazos de entrega son también considerados por los algoritmos de Smart Driving, una de cuyas prioridades es optimizar el consumo de combustible. Para realizar eficazmente esta tarea, mapea las coordenadas geográficas con un sistema de información geográfica. De esta manera, es posible agilizar las entregas, optimizar recursos, prevenir incidencias y, en definitiva, mejorar el servicio.
Un avance clave para el sector
Pese a que el big data es aún una tecnología relativamente nueva, ya ha provocado una auténtica revolución en el sector del transporte y la distribución, así como en los procesos logísticos internos de compañías de otros sectores.
La analítica de datos permite recabar información vital para conocer las preferencias de los clientes, ajustar los gastos, optimizar los procesos productivos y gestionar más eficientemente los recursos de la empresa.
Los avances en logística y distribución han sido un factor clave en el enorme crecimiento del comercio electrónico tras el estallido de la pandemia: en 2020, el e-commerce pasó de representar el 16% de las ventas de comercio minorista a nivel global al 19%, según datos de la UNCTAD.