El presidente Biden saluda alborozado este “historic progress”. Incremento récord en el empleo mientras la demanda de trabajadores reclama ya la llegada de un mayor número. Las previsiones sobre la evolución del mercado laboral en EEUU, 720 mil empleos para junio, han sido más que superadas por los hechos.
Y, aun así, hay escasez de mano de obra para ciertas actividades. En todo caso un presidente arrebatado por el éxito con un mensaje triunfal: “hemos creado más de 3 millones de empleo desde que tomé posesión de mi cargo… nuestra economía está saliendo de la peor crisis de los últimos 100 años”.
¿Estamos saliendo en España de la peor crisis que nos ha caído encima? Quizá sí, aunque el horizonte no esté libre de obstáculos e interrogantes. En efecto la deuda pública, menores ingresos impositivos y mayores gastos, ERTES incluidos, ha avanzado hasta el 125% del PIB (FUNCAS). Con el beneficio de que el coste de su servicio ha descendido significativamente en virtud de la bajada de los tipos de interés. El BCE ha sido la generosa hada madrina que ha abaratado los costes de nuestro endeudamiento público.
Tipos de interés, miremos de nuevo a USA. Es prácticamente seguro que remonten. La Reserva Federal como el Banco Central Europeo han remansado en sus balances la deuda de los Estados; no se ha necesitado acudir a los mercados que, previsiblemente, habrían sido más exigentes.
En Estados Unidos la recuperación es inminente mientras la inflación enseña la patita. El empleo en subida libre es el mejor triunfo de las manos del presidente de cara a las elecciones de “mitad de periodo” para el Congreso y el Senado. La Reserva Federal es muy probable que ahora empiece a recortar la compra masiva de títulos. La recuperación es ya un dato.No se necesita tanto la asistencia de la Reserva Federal.. Habrría que acudir al mercado para financiar los desajustes presupuestarios.
En uno o dos años, la autoridad monetaria estadounidense y quizá también europea no sean tan condescendientes y se encarezca el servicio de la deuda. La alternativa de seguir confiando en la generosidad de los bancos centrales puede estar agotándose mientras se hace más perentorio repensar la política fiscal.
Naturalmente la subida de la actividad significa una ampliación de la base tributaria y una mayor recaudación por IVA como también por sociedades y personas físicas. ¿Será bastante o será preciso exigir más a los contribuyentes?
Hay además otro punto en discusión: la subida salarial. Las izquierdas lo reclaman pero también el propio presidente Biden y el mismísimo gobernador del Banco Central de los Países Bajos. Argumentan que para atraer más trabajadores al mercado laboral hay que ofrecerles más incentivos a la vez que recuerdan que mayores salarios refuerzan la capacidad adquisitiva de la población. En suma, políticas keynesianas que salvaron al capitalismo en los años 30 del pasado siglo.
Hay que pensar en todas estas cosas. Celebrar la mayor tasa de ocupación, pero sin olvidarse de una recaída por los efectos todavía latentes del Covid. En España aumentan los contagios y algunos países señalan a Comunidades Autónomas como lugares de altísimo riesgo a los que no deben acudir sus nacionales.